Tierra del Fuego

Una posibilidad al alcance de todos

Por José María Lozano "El Gallego"

(Comerciante)

     Allá por el 97, tuvimos algunas noticias de las truchas chilenas; todo lo que sabíamos hasta entonces era que había grandes truchas, de esas que van al mar, pero no teníamos idea de todo lo demás: por aquel entonces era un viaje a la aventura.

     Según nos contaba Raúl Sommariva (guía de pesca de Río Gallegos), el único contacto posible era Marcial Atienza, un suboficial retirado de la armada chilena, quien poseía un Land Rover con dos malacates, ya que el acceso al río se suponía muy complicado.

     En enero del 98 junto a Carlos Robledo partimos en camioneta hasta Río Gallegos. Allí nos contactamos con Marcial Atienza por teléfono, y al otro día lo conocimos en su casa de Punta Arenas. Reservamos los boletos para cruzar el estrecho, y al día siguiente, ya en la isla y después de recorrer 150 Km llegamos a sección Río Grande. Pescamos un solo día y quedamos maravillados con las sea run brown trouts. Todo lo que había imaginado como aventura no fue así, los caminos (de ripio todos) son excelentes, y aunque hay que proveerse de combustible y alimentos, no es un viaje a lo desconocido, ni al mas allá: es muy parecido a cualquier salida de pesca mas al sur de Esquel.

     Imagínense la cara de mis amigos de la asociación de pescadores, al ver las fotos de ese viaje y enterarse que era posible pescar esas truchas gastando el mismo dinero que cuando vamos a Neuquen o Chubut. En este punto debo detenerme y aclarar que pertenezco a ese grupo de pescadores que ama el campamento, no solo por lo que significa pasar esos días y noches en carpa o en el fogón, sino también por necesidad. Todos sabemos que en nuestro Río Grande existen estancias que brindan todo lo necesario para el pescador.

     Pero también sabemos que la pesca con mosca, está hoy (por suerte) al alcance de todos, aunque no de pagar las tarifas de las estancias o los lodges.

     Fue así que con Sergio, "El muñeco" Salvatore, 20 años, estudiante, y con Fabián `Castor" Anastasio, 29 años, músico desocupado, y ambos instructores de nuestra asociación, nos prometimos ir en enero del 99 en busca de esos fabulosos peces. Al grupo se unió inmediatamente Carlos "Lalo" Morgade, 59 años, empleado, cocinero de todos nuestros campamentos y compañero inseparable de todas mis salidas de pesca. El grupo que viajaría por tierra estaba completo, luego se agregarían José Luis "Gordo" Notario, 30 años, médico y también instructor de APPM, Rodolfo "Mono" Alonso, 50 años comerciante y Raúl "Petete" Sorrarain, 55 años, empleado, los que viajarían en avión hasta Río Grande y alquilarían un vehículo para llegar a Chile.

     Durante el invierno, mientras preparábamos la travesía, soñábamos con las truchas que pescaríamos, con las comidas y las bromas, con el vino y el fuego, y así paso el invierno y al fin llegó el viernes 22/1/99. Esa noche viajamos hasta Comodoro Rivadavia (1800 Km.), donde hicimos noche en un "hotel" en el que pagamos 10 $ por persona; les cuento que el servicio estuvo de acuerdo al precio, les dejo para su imaginación la calidad del establecimiento. La mañana del domingo 24 fue fantástica, y a las 8hs estábamos en la ruta a nuestro destino, Río Gallegos (800 Km.); hicimos una parada para descansar y almorzar en C. Luis Piedrabuena, mas precisamente en la isla Pavon a orillas del majestuoso río Santa Cruz, donde visitamos un criadero de truchas y donde pudimos ver fotos de "steelheads" pescadas con mosca en ese enorme e imponente río.

     A las 18hs estabamos en Río Gallegos, en la casa de nuestro querido amigo Raúl Sommariva, quien nos dejó utilizar su casilla rodante para dormir y cenar.

     La mañana del lunes 25 nos encontró en la ruta a las 6hs, rumbo a Punta Delgada donde previo paso fronterizo y trámites aduaneros nos embarcamos en la balsa de las 9hs, ya que la primera la perdimos por una jugarreta del capitán, que nos dejó en tierra.

     Una vez en la isla nos esperaban unos 250 kms de buen ripio. Nuestro objetivo era el lago Blanco, punto de reunión con nuestros amigos que llegarían desde Río Grande, y que supuestamente nosestarían esperando. Grande fue la sorpresa cuando llegamos a las 14hs como pensábamos, y ellos no estaban. Mientras esperábamos, ubicamos un lindo lugar donde acampar a orillas del río Grande, en la localidad Sección Río Grande, dentro de la estancia Cameron, donde conocimos a Roberto Rodriguez, quién tiene un lodge muy lindo y que nos permitió acampar por un precio accesible. Pero seguimos esperando y a las 18hs cuando íbamos hacia Guanaco (40kms) donde pensábamos hablar por teléfono a La Plata desde un puesto de carabineros, nos cruzamos con los "perdidos", a los que no les respetaron la reserva de un vehículo de alquiler y tuvieron que recorrer toda la ciudad para conseguir uno. Por fin reunidos nos dirigimos al lugar que habíamos elegido, y nos dedicamos a armar el campamento. Mientras lo hacíamos no faltó el primer ansioso que tiro una wolly bugger blanca y rosa al agua y en el tercer cast tenia una hermosa sea trout de 4kgs, que una vez filmada y fotografiada fue devuelta al río como todas las que se pescaron en los días posteriores.

     El lugar es un poco descampado, pero para aquellos que aprendimos a encontrar la belleza de nuestra Patagonia aún en la meseta, es un lugar hermoso, no es chato sino con lomas que hacen las veces de barrancos junto al río de hasta casi 20 metros de altura. Estas lomas, vistas desde lejos parecen tapizadas de césped, pero el verde se lo deben al coiron. En los valles, que están protegidos del viento por los barrancos se encuentran algunos montecitos de ñire y cohigue, lo que los hace lugares muy lindos para acampar o descansar.

     En cuanto al clima, en general en enero es bueno, tan es así que nos bañamos al aire libre, al sol del mediodía. Lo que molesta un poco es el viento persistente, que sopla durante todo el día pero calma un poco al atardecer. Para también tener en cuenta es que la duración de la luz solar, es en enero, de casi 20 horas. ¡Imaginense como quedamos el primer día en que la ansiedad nos llevó a pescar prácticamente las 20 horas!

     El río a esa altura, tiene unos 25 o 30 mts. de ancho, de aguas no tan claras -mas bien de color té-, y el fondo y las orillas son casi siempre barrosos, salvo en algunos lugares en los que hay piedras. Corre como un t{ipico río de llanura, muy meandroso, lento, y con pozonesen casi todas las curvas protegidas por barrancos. es vadeable fácilmente si lo sabemos leer, ya que los pooles se identifican claramente.

     Los equipos que utilizamos fueron cañas de acción 6 al 8, pero no por el tamaño del río, sino por el viento y los peces. Hubo días en los que se nos complicó mucho, cuando teníamos que lanzar con el viento en contra o en el brazo de la caña. Utilizamos lideres mas bien largos si el viento lo permitía, con finales del 1x,0x, y algunos hasta x0. Este tippet nos obligó a hacer otro nudo en la mosca, ese del tipo lacito, lo que nos facilitó que moscas como una montana tradicional en anzuelo 10, trabajara correctamente.

     Las líneas que se utilizaron fueron todas, convencionales, de flote y hundimiento, tenny, shooting, etc. Lo que mejor anduvo fue un shooting de hundimiento II con runing line de flote.

     En cuanto a la pesca en si, habría que aclarar que en el río existen truchas residentes (en general chicas, aunque en el 98 vi pescar una de 4 Kg.)y truchas marrones que están llegando desde el mar para desovar, las que ya a esta altura van tomando la coloración prenupcial. No sé exactamente cuantas truchas pescamos, pero calculo que más de 50 plateadas de mas de 4 kg y muchisimas residentes.

     Algo para destacar fue el tema de las moscas. Llevamos las cajas repletas de gatos, y si bien pescamos con streamers, también utilizamos ninfas, montanas, kaufmans, carrots, hare's ears, bitch creek, y lo que para mí confirma, con humildad y respeto, que estos peces todavía se alimentan, fue que en esas tardes en las que el viento paraba, tomaron francamente moscas secas del tipo bomber, stimulator, elk wing caddis, etc.

     ¡Ah!, una anécdota para los exquisitos, conocimos un pescador chileno que poco tiempo después de que cuatro de nosotros barriéramos el pozo con todo tipo de moscas, pescó una marrón de 11.500 kgs. con una wolly worm marrón en 10. Pregunto, ¿la tomó por irritabilidad o territorialidad?.

     Otro pescador nos dijo que los pooles tenian horarios en los que el pique cambiaba notablemente, y sin bien no pudimos comprobarlo, pensamos que se debe a la influencia de la luz en los pozos y que mucho tienen que ver los barrancos y la posición del río y sus truchas respecto del sol. Algo que ayudó a esta teoría fue una mosca que ató Sergio en el campamento y que bautizó como la "Lalo destroyer" en honor a nuestro cheff, que fue quien pescó la primera marrón del viaje y que pesó 4 Kg, aunque hoy ya esta por los 6 y pico. Esta mosca es como una wolly bugger bead head, pero el cuerpo está hecho con estaz perlado y la cola con marabou negro. Este engendro tuvo un éxito sensacional y se lo atribuimos a la cambiante luminosidad en los pozos.

     ¡Bueno!, este viaje no terminó allí, ya que el 31/1/99 nos fuimos a Bellavista en el continente aprobar suerte en el río Gallegos y en el Gallegos chico, pero esta parte se las cuento en la próxima.

     Lo importante es que ustedes sepan que pueden pescar esas hermosas truchas, con amigos, con un vehículo gasolero, en carpa, sin cagarse de frío, durante dos semanas con solo 400$.