¿Por qué es importante cuidar

nuestros ríos y nuestras truchas?

     Material didáctico editado por la Asociación de Pesca con Mosca del Neuquén, para su distribución principal en los colegios de Río Negro y Neuquén.

El valor de nuestras truchas.

     Si bien muchos pueden pensar que tratándose de un animal foráneo habría que darle más importancia a los peces autóctonos, es importante tener en cuenta que luego de casi un siglo en los ríos patagónicos las truchas han pasado a formar parte del ecosistema. En otros países, como por ejemplo Nueva Zelanda, ha ocurrido algo similar. Ya se podría decir que son nuestras, porque muchas generaciones han nacido en la Patagonia en estado salvaje reproduciéndose naturalmente sin la intervención del hombre. La trucha es el pez más buscado por los pescadores deportivos de todo el mundo. La pesca deportiva se diferencia de la comercial, precisamente porque el pescador no busca beneficios económicos con la actividad sino recrearse. En la Patagonia tenemos la suerte de contar con una gan población de truchas salvajes, y en varios lugares se han pescado peces de tamaño récord en Arco Iris , Marrón y de Arroyo. En muchos de sus países de origen, estos peces han mermado notablemente su cantidad y calidad debido a la contaminación, la sobrepesca y la depredación indiscriminada. Es por eso que pescadores de todo el mundo vienen a la Argentina. Aquí tenemos las truchas que ellos tenían hace un siglo, y que por no cuidarlas perdieron en gran parte. Esta situación provocó que el hombre haya tenido que reestablecer el equilibrio perdido repoblando artificialmente los ambientes de pesca, pero las cualidades deportivas de una trucha de criadero no son las mismas que las de una trucha salvaje. Por eso, tener ríos casi vírgenes es un gran patrimonio.

¿En qué nos benefician las truchas?

     Cuando un pescador decide visitar nuestra zona, se pone en funcionamiento una gran industria sin chimeneas llamada "turismo". Ese pescador trae a la región dinero de otro lado, es decir que entran recursos económicos. Pero, ¿en qué gasta un pescador?. Pasajes, hoteles, comidas, licencias de pesca, artículos de pesca que pueden adquirir en la región, servicio de guías, alquiler de lanchas o botes, combustible, alquiler de vehículos, compra de artesanías y muchas cosas más. Es decir, que genera trabajo y bienestar para nosotros, que vivimos acá. Y todo gracias a que existe un atractivo: La Trucha. Si la trucha no estuviera, este señor que viene a visitarnos se quedaría a pescar en su país o su provincia, y el dinero lo gastaría allá. Existe otra razón importante para cuidar nuestras truchas: a nosotros también nos gusta pescar, y como dueños y usuarios del recurso tenemos que aprender a cuidarlo. La pesca permite al hombre entrar en contacto directo con la naturaleza, favorece su realización personal y satisface su instinto natural de cazar.

El reglamento y el permiso de pesca.

     Alguna gente no sabe que para pescar en nuestros ríos es necesario contar con un permiso. Este permiso sirve para toda la temporada de pesca. Puede comprarse en cualquier delegación de Guardafaunas, y en el mes de noviembre -cuando comienza la temporada- las casas de pesca también lo expenden. No cuesta mucha plata, y para los menores de 12 años y jubilados es gratis. Si un Guardafauna nos encuentra pescando sin permiso, nos hace una multa. Lo mismo ocurre si violamos el reglamento de pesca, que nos lo entregan gratuitamente al adquirir el permiso. En este reglamento están contenidas todas las cosas que podemos o no podemos hacer mientras pescamos, y se lo redacta en función de los estudios realizados cada año para mantener la población de peces. Por eso es importante conocerlo y respetarlo. Hay gente que no respeta el reglamento, y en un lugar dónde se pueden matar sólo 2 peces por pescador, esta gente mata 20 o 30. O pescan fuera de la temporada, cuando los peces desovan. Y así destruyen el recurso, sin saber que se están haciendo daño ellos mismos. Hay muchos lugares en los que está permitido pescar pero no matar, porque allí van tantos pescadores, que si todos matan lo que pescan, en poco tiempo el lugar se quedaría sin peces. A estos lugares se los llama de "devolución obligatoria".

¿Pescar y matar el lo mismo?

     No, no es lo mismo. Muchos se preguntarán ¿para qué pescar si uno no se puede comer lo que pesca?. Bueno, eso tiene respuesta en otra pregunta: ¿Por qué un señor europeo viaja tantos kilómetros y gasta tantos miles de dólares para venir a pescar, si es mucho más barato ir a la pescadería de su ciudad y comprar una trucha?. Porque la pesca representa un atractivo por sí mismo, sin importar si nos comemos el pescado o no. El atractivo está en recrearse y psasrla bien pescando, no matando. Este señor europeo lo aprendió a fuerza de destruir lo que tenía. Entonces cuando viene acá, respeta la vida de los peces y los devuelve al agua, porque sabe que esa es la forma de asegurar que el día de mañana podrá seguir visitando la  zona para pescar.

     En todo el mundo, se ha comprobado que la "captura y suelta" es una de las mejores formas de conservar el recurso de la pesca deportiva. Por eso es que se la practica tanto. Nosotros estamos a tiempo de aprender sin destruir. Tenemos que valorar la riqueza de nuestros ríos, y enseñar a cuidarlos de la contaminación, la depredación y la ignorancia. Devolver una trucha viva al agua es un buen acto. Es una sensación emocionante y casi mágica. Y el pescador que lo hace se siente bien. Al principio a muchos les cuesta, pero luego descubren que se trata de algo hermoso y la satisfacción es grande. Y la recompensa es más grande aún, se trata de poder pescar mañana, tal como lo hacemos hoy.

     ¿Como podemos ayudar a preservar el recurso de la pesca?

     Al devolver un pez vivo al agua, tener en cuenta esto:

¿Qué es una trucha?

     Para empezar a hablar de la trucha, tenemos que decir primero que se trata de un pez que habita en casi todos los ríos y lagos de la Patagonia, sobre todo en aquellos que están en la Cordillera de los Andes o que provienen de ella. Pertenecen a la familia de los Salmónidos, es decir que es un pariente muy cercano de los salmones. En las provincias de Neuquén y Río Negro, encontramos tres variedades de trucha y una de salmón: La Trucha Arco Iris (Oncorychus Mykiss), la Trucha Marrón (Salmo Trutta), la Trucha de Arroyo (Salvelinus Fontinalis) y el Salmón Encerrado (Salmo Salar Sebago). Estos peces, son originarios del Hemisferio Norte y las variedades que habitan nuestras aguas provienen de Europa (Marrón) y América del Norte (Arco Iris, De Arroyo y Salmón Encerrado).

     Los salmónidos, tienen un ciclo de vida asombroso. Son peces migratorios que recorren grandes distancias valiéndose de su potencia y excelente capacidad nadadora (¡En muchos casos nada miles de kilómetros!), remontando ríos, cascadas y también arroyos en los que apenas hay agua, con la única finalidad de cumplir con su ciclo reproductivo. En nuestro país, el desove tiene lugar una vez al año entre los meses de junio y octubre (según la especie). Con la finalidad de protegerlos en esta etapa en que son vulnerables, la pesca de salmónidos no está permitida. a este receso se lo llama "veda". En el caso de los salmones, nacen en agua dulce y van al mar para alimentarse y crecer -excepto el Encerrado- y finalmente regresan a los ríos a desovar. Luego mueren al agotarse sus reservas de energía por el gran esfuerzo realizado. En la mayoría de los casos, los salmónidos regresan a desovar al lugar exacto en que nacieron guiados por su olfato. Esta capacidad se llama "imprinting". Nuestros salmónidos, tienen un ciclo similar pero al nacer no migran al mar, sino que lo hacen a los grandes lagos y ríos para crecer. Desovan todos los años y no mueren luego de hacerlo, sino que regresan al lugar dónde se alimentan.

¿Cómo llegaron a nuestro país?

     Hace casi 100 años el Perito Francisco P. Moreno sugirió la introducción en nuestras aguas de especies foráneas con valor deportivo. Se hicieron los estudios correspondientes y en 1904 se inició la tarea de importar de EE.UU. y Europa los primeros salmónidos en forma de ovas embrionadas. Los viajes desde Buenos Aires hasta la cordillera se hacían en carreta, y no se contaba con los caminos actuales, por lo cual debemos reconocer que el trabajo realizado por aquellos pionerso realmente fue muy sacrificado. Los peces se adaptaron rápidamente, y ¡alcanzaron tamaños superiores a los de su lugar de origen!.

¿Qué es la Pesca con Mosca?

     Lo que se siente al pescar con mosca es muy difícil de transmitir en palabras. Pero podemos contarles en qué consiste.

     Es un arte milenario. Se trata de la modalidad de pesca considerada como la más deportiva y hermosa. Llegar a pescar con mosca es el objetivo final de muchos pescadores, y ocurre normalmente que quien llega a la mosca prácticamente deja de pescar de otra manera. La mosca es un señuelo artificial fbricado artesanalmente por el propio pescador utilzando plumas, pleos, hilos y otros materiales para imitar los organismos que integran la dieta del pez. Desde insectos muy chiquitos, hasta peces de varios centímetros, por eso es una forma muy eficaz para pescar truchas. Pero lo mejor sería que lo veas con tus propios ojos. Podés llamarnos o venir a visitarnos y te enseñaremos a respetar la naturaleza, a pescar y armarte tus propias moscas.

     La Asociación de Pesca con Mosca del Neuquén la integramos un grupo de gente que nos juntamos a trabajar, porque nos preocupa el futuro de nuestros ríos, porque nos gusta mucho pescar y queremos que nuestros hijos y nietos puedan disfrutar de esto tan hermoso que disfrutamos hoy.

La Pesca con Mosca es un juego. Pero si cada vez que ganamos, matamos a nuestro compañero, mañana no tendremos con quién jugar.