Evolución de las Líneas.

Por Héctor Sainz.

          Cuando alguien tuvo la idea de construir un señuelo que imitara a un insecto, y de esta manera lograr atrapar peces, sabiendo que éstos forman parte importante de la alimentación de éstos, inmediatamente tuvo en cuenta las dificultades que se presentarían, no sólo en su construcción sino fundamentalmente en la presentación del señuelo a los ojos del pez, para que este lo tome. Habría que lanzarlo a una considerable distancia, para presentarlo como un insecto real, tentando al pez a tomar el señuelo que esconde el anzuelo.

          Aunque la idea de imitar insectos para lograr capturas resultaba muy ingeniosa, el problema del lanzamiento del señuelo, dado su escaso peso, parecía no tener solución. Se desarrollaron entonces líneas especiales (producto del ingenio y la tecnología) y así nació la línea para pesca con mosca, luego llamada "cola de ratón". En los comienzos fueron varias las técnicas y los materiales empleados para su fabricación. No se tienen datos fehacientes acerca de qué material estuvo construída la primera línea. No obstante la versión que pareciera tener mayor consenso es la de una línea fabricada en base a un sedal impregnado en cera virgen, lo cual le agregaba peso y flotabilidad. No es mi intención investigar al respecto, pero sí hablar de su perfeccionamiento integral conforme pasaron los años, el cual ha permitido obtener una extraordinaria adecuación y versatilidad en los distintos ambientes en donde se usan.

          En el orden local, es importante destacar que desde principios de siglo nuestra región (Chubut, Neuquén, Río Negro), ha sido una particular atracción para los pescadores en general, debido a la proliferación de distintas especies de truchas, siendo la pesca con mosca la modalidad que más tiempo tardó en ganar adeptos y última en popularizarse. La razón principal de esta tardanza era el desconocimiento que teníamos del tema, como así la poca información a la que en la materia se podía acceder. Para situarnos en el tiempo, les digo que estoy hablando de algo así como veinticinco años atrás y aunque parezca mucho, no olvidemos que la pesca con mosca (como la conocemos hoy) se practica en países del hemisferio norte desde hace 150 años aproximadamente. Fueron precisamente pescadores de nuestro país los que comenzaron a tener contacto con los de otros países y adquirieron los conocimientos propios de la modalidad, comenzando a practicarla en nuestros ríos y lagos sin ninguna intención de transmitir los conocimientos adquiridos a otros pescadores argentinos y mucho menos a los regionales. Un cuarto de siglo atrás navegábamos en el mar de la ignorancia. Nada sabíamos de tipos de cañas, reels, líneas, etc., pero gracias a la permanente inquietud y predisposición al aprendizaje de algunos, se logró echar luz sobre el misterio de la pesca con mosca, adquiriendo y transmitiendo conocimientos para su difusión y práctica.

          De esta manera fueron los comienzos. Hoy podemos decir que en nuestro país las provincias de Río Negro, Neuquén y Chubut concentran la mayor cantidad de aficcionados a la práctica de la pesca con mosca. Nuestro objetivo fundamental es continuar difundiendo los "secretos" que tiene la modalidad, transmitir los conocimientos a otros aficcionados y de esta forma capacitarlos para no cometer errores en la práctica.

 

La importancia de la línea.

          Pero vayamos específicamente al tema que nos interesa. El elemento más importante a tener en cuenta en la práctica de la pesca con mosca, sin duda alguna lo constituye la línea. No lo es el reel, ni el señuelo..., la línea. La línea deberá guardar un delicado equilibrio con la caña que se emplee. Estos dos elementos deben trabajar totalmente hermanados si se quiere lograr una óptima prestación, mas allá de la calidad constructiva de estos. La línea cumple varias funciones. Primera, trasladar la mosca al punto donde el pescador desea que se pose. Segunda, hacer que ésta se asiente en el agua correctamente, en algunos casos imitando la caída de un insecto. Tercera, permitir que la mosca flote o se hunda de acuerdo al tipo de señuelo que se está usando, y cuarta, ser el nexo permanente entre el pescador y señuelo, tanto sea para controlar la trayectoria de éste en el agua como para extraer la pieza capturada.

          La sección de aquella primera línea era uniforme en toda su longitud (aproximadamente 20 mts.) recibiendo más tarde la denominación Level (una misma sección). A pesar de mejorar su calidad constructiva inicial conforme pasaban los años, continuó conservando esta característica utilizándose hasta prinpios de siglo en Europa, casi exclusivamente en Gran Bretaña, dado que su origen, se piensa, ha sido Escocia. Rapidamente se difundió a otros países europeos, tales como Noruega, Francia o algún otro que bañara el Atlántico en razón de poseer salmones y truchas. No pasó mucho tiempo en que la modalidad de pesca con mosca, practicada por un grupo muy selecto de Europa, casi con exclusividad por la nobleza europea, cruzara el océano y se instalara en América. Es allí donde la fabricación de líneas, logra perfeccionarse tanto sea en su construcción como en la prestación.

          La primera transformación que sufre es en el formato original. Su construcción uniforme (Level), se transforma en una del tipo "Doble Torpedo" (Double Taper), es decir, con un corto afinamiento en la sección próxima a los extremos con el objeto de mejorar su caída sobre el agua, haciéndola de esta manera mas suave y logrando la delicadeza natural de un insecto al posarse. Esta mejora, para la época, fue un avance extraordinario, a la vez que se mejoraba su calidad constructiva. Poco a poco fue avanzando la difusión de esta pesca deportiva, permitiendo a sus nuevos cultores captura de truchas y salmones, de manera distinta, en el norte de los EEUU y Canadá, zonas de muchísima población de éstas especies. Paralelamente a su difusión se lograba perfeccionar equipos. Por entonces se venía utilizando el bamboo en la construcción de cañas como único material y, en cuanto a los reels, no se observaban cambios significativos en su construcción. Las líneas continuaron evolucionando día a día, tratando siempre de lograr una mejor presentación del señuelo y un mejor comportamiento específico.

          Llega entonces el otro gran cambio en la fabricación de líneas: la línea de hundimiento (Sinking), producto de la investigación constante de los pescadores, que observan que los peces no solamente comen insectos en la superficie del agua, sino que también se alimentan de pequeños peces, crustáceos, ninfas, y que gran parte de su base alimentaria, está constituída por pequeños seres y organismos que viven debajo del agua. Así se descubre el porqué de la efectividad de las moscas que pescaban hundidas. Para utilizar estas moscas es necesario contar con la línea apropiada, y es por eso que se hace imperioso desarrollar una línea de hundimiento. Si para esa época lograr dotar a la línea de flotabilidad sin alterar su constitución, flexibilidad, portabilidad, etc., fue difícil, más aún lo fue lograr un material de revestimiento que produjera el hundimiento con relativa velocidad, sin perder las características mencionadas. Tengamos en cuenta que por entonces no se había desarrollado aún la construcción de plásticos, polímeros o materiales sintéticos, de modo que se intentaron variadas formas y materiales para su construcción, prevaleciendo al final el criterio inicial que establecía conservar la línea original y solamente cambiar el material de la perifería, logrando reducir la fricción y, posteriormente, colocando partículas metálicas para posibilitar un rápido hundimiento.

          De esta manera, cerramos el concepto de los dos grandes gurpos de líneas básicas (flote y hundimiento) empleados en la pesca con mosca. En la actualidad se siguen fabricando bajo los mismo principios, aunque con materiales modernos que permiten una amplia gama de prestaciones de trabajo específicas.

          Sobre el particular, les brindaremos mayor información en próximas entregas.

          Hasta entonces...