Iniciándose en el atado de moscas secas
1° Parte.
Por Julio C. Gilardi.
(Nota del Fly Fishing Supplies Magazine, Octubre de 1997)
Atar moscas secas no es más difícil ni requiere más habilidad y práctica que para las moscas húmedas; sólo es cuestión de conocer los materiales y las técnicas para emplearlos y, de una vez por todas, animarse a hacerlas.
Hay quienes creen, y en consecuencia aseveran, que la pesca con moscas secas representa la cima de la evolución de un pescador, que puede practicarse sólo cuando se ha recorrido un largo camino y se han aprobado todas las demás asignaturas; y que, en definitiva, es una actividad reservada a los grandes iniciados. Por supuesto que estas afirmaciones carecen del menor sustento y provienen, invariablemente, de personas que desconocen la base racional -por no decir científica- de nuestra actividad.
Curiosamente, esta situación tiene su analogía en el atado de las moscas secas; muchos aficcionados e instructores consideran, también equivocadamente, que la costrucción de éstas requiere la máxima habilidad, práctica y conocimiento posible, y que sólo debe encararse cuando se han trascendido todas las etapas del aprendizaje de las moscas húmedas. Esto, desde ya, es absolutamente infundado, ya que para atar correctamente una ninfa o un streamer son también necesarios los conocimientos y la práctica; las diferencias aludidas pueden hallarse, en todo caso, en el grado de dificultad, pero éste, en realidad, depende fundamentalmente del modelo y no del tipo de moscas; así, algunos streamers y ninfas pueden resultar bastante más laboriosos y complejos que muchas moscas secas.
Podemos afirmar, por tanto, que atar moscas secas no es más difícil que atar moscas húmedas. Requiere conocer los materiales y las técnicas necesarias, y por supuesto, un poco de práctica. En la presente entrega nos ocuparemos de analizar los materiales necesarios, dejando para las siguientes las técnicas de atado.
Materiales.
La diversidad de estos es considerablemente menor que la empleada en las moscas húmedas. No obstante, en algunos casos, plumas principalmente, es necesaria una elección más cuidadosa a fin de utilizar las más adecuadas.
Usaremos para la descripción de los materiales, por considerarlo más práctico, un criterio morfológico; es decir, detallaremos, a continuación, los materiales más aptos para cada estructura de las moscas secas.
Colas.
De acuerdo al tipo y modelo de mosca, la cola será de plumas, pelos o materiales sintéticos. De las primeras, que son las más comunes, se utilizan haces o manojos de fibras de hackle. A fin de asegurar la sustentación de la mosca en la superficie, es fundamental que las fibras sean suficientemente rígidas; por tanto, no pueden tomarse de cualquier pluma: las óptimas son las denominadas plumas pala o spades, que se encuentran en la base del lomo y en la línea media ventral del cuello de los gallos. Estas plumas las debemos buscar, en los necks genéticos especiales para el atado de secas, en sus costados, y en los saddle domésticos (ya que los genéticos carecen de plumas con fibras del largo adecuado, siendo normalemente demasiado cortas) en la base de los mismos.
En cuanto a pelos, prácticamente todos los utilizados tienen rigidez suficiente, pero es necesario considerar su peso. Este es un indicativo de la cantidad que puede disponerse de un material en particular para lograr la adecuada sustentación sin llegar a hundir, por su peso, a la mosca. De los empleados regularmente, los más pesados, y en consecuencia los que se deben utilizar en cantidades menores, son los del cuerpo del alce o moose (moose body hair; no de la crinera: moose mane, que no es adecuado); los de la cola o cuerpo del ternero (calf tail o kip tail y calf body hair, respectivamente) son los más livianos. Los pelos de ciervo tienen flotabilidad positiva: su escaso peso específico (cociente entre el peso y el volumen) señala que son más livianos que el agua, propiedad debida al aire que albergan en su interior. Esto significa que cuanto más material de éste dispongamos de la cola de una mosca seca, más flotará; sin embargo, si exageramos en la cantidad, la silueta de la mosca quedará distorcionada y perderá gran parte de su atractivo. Los pelos de ciervo más adecuados para las colas de las moscas secas son los del ciervo de la costa (coastal deer), que es una subespecie del ciervo de Virginia o "cola blanca" que por habitar las zonas subtropicales de Florida (USA) tiene pelos con menos aire en su interior (necesario com aislante térmico en regiones de clima frío); al ser menos huecos, no se separan y "levantan" tanto como los del ciervo común al apretarlos con el hilo, permitiendo lograr colas más prolijas, admás de duraderas (gracias a su corteza de mayor espesor).
Los materiales sintéticos son innumerables, pero con alguna frecuencia se utilizan Microfibbets, Antron yarn y, en unos pocos modelos, "gomitas" (living rubber legs).
Cuerpos.
Definitivamente el dubbing es el material más empleado. Debe ser de fibras muy delgadas a fin de obtener cuerpos netos y compactos; sin embargo, cuanto más finas sean, mayor será la densidad, es decir la cantidad de fibras por unidad de volumen; y como a mayor densidad corresponde mayor capilaridad, más agua retendrá entre las fibras. Los fabricantes de dubbings sintéticos aseguran que sus productos, sobre todo los confeccionados con polipropileno, no absorben nada de agua; esto es cierto, la fibra no incorpora agua en su interior, pero no dicen que la mayor cantidad de agua es retenida, en realidad, entre las fibras, tanto más cuanto más delgadas sean éstas ya que la superficie de contacto se multiplica. Por esta razón, los dubbings sintéticos de polipropileno comerializados bajo las marcas más importantes vienen preimpermeabilizados; de todas maneras, antes de su uso conviene aplicarles algún acondicionador.
Otro dubbing sintético muchas veces usado en moscas secas es el de Antron; si bien tiene características extraordinarias de traslucidez y brillo, además de una muy reducida higroscopicidad, presenta el inconveniente de que con el uso algunas fibras se desgarran, desperendiéndose del cuerpo y deformándolo. Esto, que en las secas es un grave defecto, resulta en las ninfas, sobre todo en las emergentes, un indudable beneficio: las fibras sueltas simulan acertadamente estructuras como agallas y en especial el saco pupal o ninfal parcialmente desgarrado de los insectos emergentes.
Respecto de los dubbings naturales, son adecuados aquellos que tienen la menor cantidad de pelos de guarda, como los de castor (beaver), nutria (otter), visón (mink), camello (camel), etcétera.
Floss, lana de polipropileno, raquis de hackles (hackle quills), biots y pavo real, tanto sus fibras intactas (peacock herl) como peladas (stripped peacock quill), son otros de los materiales empleados para cuerpos. Especial atención merecen los pelos de ciervo que se utilizan, como si fuera una cabeza muddler, para lograr cuerpos de alta flotabilidad en moscas como la Goddard Caddis e Irresistible entre otras; deben ser suficientemente huecos para compensar con el aire retenido su peso; a tal fin, los más apropiados son los del ciervo de Virginia común (no la variedad conocida como "de la costa"). Otro material que suele usarse para estos cuerpos son los pelos del caribou o reno; sin embargo, al ser su corteza tan delgada (gracias a lo cual retienen más aire y flotan más), resultan muy frágiles y se rompen tras poco uso de la mosca.
Uno de los sintéticos que en la actualidad se está empleando con bastante frecuencia, es el foam de celda cerrada (espuma de poliuretano de celda cerrada), especialemente para los cuerpos de moscas secas que imitan insectos terrestres, como los escarabajos (beetles), hormigas (ants), saltamontes y grillos (hoppers y crickets respectivamente), y también para algunas imitaciones de adultos de alguaciles y libélulas (dragonflies y damselflies respectivamente).
Alas.
Dentro de las confeccionadas con plumas, se encuentran las puntas de hackle, las fibras de la plumas de flanco de pato mallard o woodduck, los segmentos de plumas de alas de pato y el cul de canard (CDC).
Las primeras, denominadas en nuestro argot hackle tips, se toman generalmente de hackles de cuello de gallo; sin embargo, resultan más adecuadas las de cuello de gallina porque son más densas y su forma se asemeja más a la de las alas de los insectos.
De las plumas del flanco de los patos mallard y woodduck (o el sustituto más común de éste: el mallard teñido de amarillo oro) se emplean las fibras de las puntas atándolas juntas y dividiéndolas luego para formar el par de alas.
Respecto de las alas formadas por un par de segmentos de plumas secundarias del ala del pato blanco doméstico o mallard (o cualquier sustituto vernáculo), debemos decir que si bien son hermosas y muy tradicionales, también son extremadamente frágiles y más difíciles de disponer que los demás tipos de alas. Nuestro consejo es sustituirlas con puntas de hackle del mismo color, resultando lo más apropiado tomarlas de cuellos de gallinas grizzly, blue dun y furnace, de acuerdo al color del ala señalado en la receta de la mosca.
El cul de canard (CDC) es un material que se ha puesto de moda hace algunos años, principalmente en los Estados Unidos, desde donde llegó a nuestro país. Sin embargo, en Europa se lo emplea desde hace unas cuantas décadas. Se trata de las plumas que rodean el orificio de la salida de la glándula uropigia de las aves acuáticas; a consecuencia de ello están embebidas en esta secreción impermeabilizante, por lo cual son prácticamente insumergibles. Al menos ésta es la explicación comunmente aceptada acerca de su flotabilidad. No obstante, estudios científicos actuales llevados a cabo por ornitólogos concluyen en que si se extirpa la glándula de estas aves, la misma mantiene sin invonvenienes su plumaje impermeabilizado, lo cual lleva a suponer que las plumas CDC flotan más por su estructura alveolar que por la secreción uropigiana. Estas plumas se emplean para las alas de las moscas secas tipo parachute, en los spent spinners y en modelos downwings, es decir con el ala dispuesta horizontalmente.
En las llamadas moscas secas "del oeste", es decir las tipo Wulff y similares, caracterizadas por un hackle muy denso, además de cuerpos voluminosos y alas y colas de pelo, las alas se construyen con distintos tipos de pelos, siendo los más comunes los de ciervo. Para este uso recomendamos nuevamente el ciervo de la costa; otros modelos llevan pelos de la cola o del cuerpo del ternero y unos pocos de alce. En el caso del ternero, tanto para las alas como para las colas de estas secas, resultan más adecuados los pelos del cuerpo que los de la cola, ya que son menos ondulados y de una conicidad agradable.
Algunos materiales sintéticos, especialmente el Antron yarn, se emplean a veces en las alas de secas tipo parachute y en los spent spinners. Existen, además, otros sintéticos especialmente concebidos para imitar las alas de los insectos adultos, con sus características venaciones y translucidez; ejemplo de ello son el Evetts Wing Material, Betts Wing Material y Organza.
Hackle.
Junto con la cola, el hackle conforma la estructura sustentadora de las moscas secas. Sin embargo, no es ésta la única función que cumple: simula las patas de los insectos, permite una suave caída de las moscas y genera destellos irisados que asemejan el movimiento de las alas. Invariablemente se construye con una o más plumas del cuello o del lomo de los gallos, salvo, obviamente, en los pocos modelos de moscas que no lo llevan (No Hackle Flies).
Es fundamental, a fin de realizar su cometido, que las fibras del hackle sean suficientemente rígidas; ésto es sinónimo de hackles genéticos ya que en los domésticos las fibras son casi siempre blandas; además debe tener la menor cantidad posible de web, que son los barbicelos o microfibrillas que unen las barbas o fibras entre sí, y que abundan en la base de las plumas domésticas; el largo de las fibras es también importante ya que idealmente éstas deberían tener una longitud equivalente a una vez y media la abertura del anzuelo; finalmente, es necesario considerar el color, que lógicamente será el prescrito en la receta.
En cuanto a la elección entre neck y saddle hackles, conviene recordar que los primeros son adecuados para todo tipo de moscas secas, mientras que los saddle debemos diferenciarlos entre aquellas marcas especialmente concebidas para moscas secas y los comunes, ideales para la Woolly Worms y Woolly Buggers, pero poco adecuados para secas por el excesivo largo de las fibras (salvo para secas muy grandes). En las moscas secas "del oeste", que son necesariamente sobrehackleadas, cuando se usan hackles de cuello es necesario enrollar unas tres plumas para obtener la densidad adecuada; en cambio, si se emplean hackles de lomo (especiales para secas), con una pluma es suficiente.
Otros Materiales.
Desde ya que los materiales citados vamos a disponerlos sobre un anzuelo y a asegurarlos mediante un hilo adecuado, recurriendo luego a un cemento para reforzar la atadura de la cabeza.
En cuanto a anzuelos, demás está decir que deben ser adecuados para moscas secas, o sea livianos, generalmente cortos y de un tamaño comprendido entre el #10 y el #20 para la mayoría de los modelos. Respecto de las distintas marcas, es suficiente con decir que las más conocidas (Tiemco, Orvis, Mustad, Daiichi) producen anzuelos de excelente calidad.
Los hilos, obviamente, deben ser delgados, resultando perfectos el 6/0 y el 8/0, y para las moscas muy pequeñas, el Giorgio Benechi's o Ultrafine de Orvis 12/0.
No recomendamos el uso de ceras en los dubbings para moscas secas, ya que los hilos vienen encerados suficientemente para permitir la adherencia del material. Finalmente, en cuanto a cementos, los cianocrilatos como Permabond, Arond o simplemente La Gotita, son ideales; la única precaución es aplicarlos con una aguja o lezna delgada para formar una gota muy pequeña y cuidar de no tocar el hackle ni las alas.
Esta somera descripción de los materiales, que será completada al describir el atado de los distintos tipos de moscas secas, permitirá a quienes se inician elegir los más apropiados. En nuestro próximo encuentro nos ocuparemos de las técnicas básicas de atado de las moscas secas, como así también de su morfología y proporciones.