Pescando con Mosca en los Esteros del Iberá
Por Pablo Mazzucchi
Los Esteros del Iberá son una región casi desconocida por los argentinos, son una enorme y magnifica área de 1.300.000 hectáreas, conformada por esteros, islas, y aproximadamente siete lagunas. Ubicado en el centro norte de la provincia de Corrientes, son cuna de numerosos mitos y leyendas, como el de las islas fantasmas, tesoros jesuitas perdidos en las profundidades, y algún que otro duende o diablo. Estos son elementos que condimentan la región y por que no nos inquietan durante la salida en donde nos encontramos inmersos en un universo verde, un laberinto infinito que solo los baquianos pueden transitar sin perder el rumbo, allí en donde nos empequeñecemos ante la magnificencia de la naturaleza plena.
Es allí hacia donde nos dirigimos para intentar practicar nuestro exquisito deporte, el intentar tentar a los dorados con equipo de mosca. Llegamos a la ciudad de Mercedes, repostamos combustible y recorrimos los escasos kilómetros que nos separaban de la estancia del Señor Luis que nos recibió en sus confortables instalaciones; cenamos y con la charla surgieron fotos de gigantescos colosos que acrecentaban las expectativas y alimentaban esa envidia sana, sí, porque no envidiar a un pescador paraguayo que en una sola jornada pescó diez ejemplares y todos superaban holgadamente los siete kilogramos (pedirle al Sr. Luis que les muestre ese increíble video); luego de la amena charla a la cama.
Al despuntar el día ya estabamos en marcha, desayuno con todos los chiches, el infaltable mate y a los botes. Los mismos son lanchones de siete metros especialmente equipados para mosqueros con plataformas de lanzamiento en donde los enredos no nos causan dolores de cabeza, motores eléctricos para realizar los últimos tramos sin alterar a los peces. Por fin: a la pesca, retiramos las cañas de los tubos, las armamos a toda prisa, colocamos los reels, enhebramos la línea, mosca a la punta del leader,, falso cast y al agua. Comienzo a recoger con los típicos tirones, no había traído ni diez metros que siento como si algo desde lo más profundo se empeñase en quitarme la caña de las manos, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y afirmo la caña con todas las ganas, corrida frenética y la tranquilidad del medio es interrumpida por los saltos de este inquieto dorado, el desenlace fue feliz realizando el arrime con sumo cuidado desprendo al pescado que en cuestión de segundos es nuevamente pez, libre en su medio.
Los dorados de la zona difieren de los del Paraná ya que estos poseen una pigmentación amarilla fuerte con un tono verde oscuro, casi negro, en el lomo lo que les da a, mi modesta interpretación, una gran belleza, pudiendo disputarle en belleza a la trucha más pintada; mientras que sus primos del Paraná son de un color amarillo sulfuroso.
Nuestras capturas oscilaron entre los tres y los seis kilogramos aunque en la zona es común cobrar ejemplares mucho mayores. Es muy importante la cantidad de peces que hay en la zona, el pique es constante casi sin interrupciones y dos pescadores cobramos en una sola jornada más de veinte ejemplares, los dorados están por doquier y al avanzar la lancha se ven los lomos de los dorados huyendo hacia las zonas más profundas dejando una inconfundible estela. La biodiversidad de la zona es incomparable en cuanto a los peces podemos encontrar además de dorados, palometas, sábalos, surubiés, pacú, bagres amarillos, dientudos y hasta los extraños San Antonio casi todos cobrables con mosca; en cuanto a fauna hay una inmensa cantidad de yacarés, carpinchos, ciervos de los pantanos y un sin fin de aves.
En cuanto al equipo utilizamos cañas número 6, aunque la más indicada sean las ocho, nosotros preferimos obtener mayor diversión de los peces pequeños y plantear una lucha franca con uno de mayor porte corriendo el riesgo de perder alguno de porte mayor pero en ese caso soltamos la lancha y recorremos la distancia gareteando, en la pesca del dorado es importante contar con un buen reel y este debe contar con un buen freno ya que las corridas de estos colosos son muy contundentes y ninguno de ellos vende barata su derrota. Las líneas fueron Shooting taper de hundimiento extra rápido si bien en algunos sitios es factible utilizar las de flote con resultado positivo. Las moscas son Streamers de mayor tamaño confeccionados en anzuelos 1/0 sin importar tanto el modelo y la forma todas aquellas que imiten pequeños peces funcionaron a la perfección, en cuanto a los colores fueron muy importantes completamente blancas o con algún tono rojo funcionaron bien durante las primeras horas del día pero las que se llevaron las palmas fueron aquellas confeccionadas en amarillo (vientre) y negro (lomo) de todo tipo de materiales todas ellas con materiales reflactantes. Debido a que ato personalmente mis moscas lleve cientos de ellas con infinitas combinaciones, pero cuando le consulte al guía sobre que colocar me recomendó con total seguridad la anteriormente descripta. El lastre en la zona es innecesario lo único que se logrará es entorpecer el lanzamiento y quitarle naturalidad al movimiento de la mosca. No hay que olvidarse de utilizar un pequeño leader de acero de 15 a 20 libras preferentemente negro para mejores resultados.
Combinando todos estos factores seguramente pasarán una gran jornada de pesca como la que vivimos nosotros en ese magnífico entorno en donde nos espera el mejor de todos los anfitriones: la naturaleza en su mayor expresión.