Pesca en el Huechulafquen |
---|
Por Omar Antonio Flores
La foto que les envío es de mi último viaje a principios de Abril del 98, donde les pedí a Uds. algunos consejos sobre el lago Lolog, y aledaños como el Río Quilquihue, son dos ámbitos hermosísimos y para una pesca muy selectiva, en el lago existen las principales variedades, Fontinalis, Arco Iris (saqué varias de 1Kg.) en la bahía del lago que es un lugar paradisíaco, también existe un tipo de salmón, fuimos sin guía ya que no alcanzó el presupuesto, por eso es seguro que no hemos aprovechado todo el potencial del lago y sus mejores pesqueros. La trucha Fontinalis de la foto fue pescada en el lago Huachulafquen en la Bahía Azul (creo que asi se llama el lugar), solo pudimos estar 4 hs. en la tarde.
De cinco que fuimos con un gomón, eramos dos los mosqueros, mi compañero de pesca Oscar y yo, nos quedamos en tierra en la Bahía (que según los otros compañeros era de truchas Fontinalis), los otros muchachos todavía no le hacen a la pesca con mosca, solo al trolling, pero creo que ya se convencieron y esta próxima temporada serán nuevos mosqueros. La trucha de la foto fue la primera de dos Fontinalis que saqué, su peso aproximado es de 2,5 Kg, muy gorda y ancha, la segunda de igual tamaño la llevamos para la cena junto a una Arco Iris de 2Kg. que sacó Oscar, lo cual disfrute muchísimo viendo su cara de susto y satisfación cuando le picó, ya que es su primer viaje al sur, y su primera trucha de porte considerable. En cuanto al equipo que utilice: una caña Orvis 6 Trident PM10+, de dos tramos (me encanto y la estaba estrenando), Linea 6 de hundimiento rápido, la mosca despues de probar algunos colores, la mas efectiva fue una Woolly Bugger marrón, el reel de Orvis Rocky Mountain.
Les cuento que cuando me pica la primera de las Fontinalis, fue espectacular su fuerza y la corrida, demore entre 20 y 25 minutos en poderla sacar y ver sus hermosos colores, al comienzo creí que era una Marrón por su fuerza y por que se fue al fondo a cabecear contra las piedras del veril, la caña se doblaba mucho, se habia clavado en el fondo y no se movia, hasta que empezo a correr de nuevo e hizo el clásico remolino sobre la superficie y fue aflojando hasta llegar mansa a mis manos, y con la alegria de todos mis compañeros que presenciaron la lucha, como premio, me saqué la foto y la devolvimos con gran satisfaccion, después de esto lanzo un par de veces más y ocurrio la tragedia, perdí la mosca y como siempre pasa en estos casos era la última que me quedaba de ese color y tamaño, busque algo parecido en mis tres cajas de moscas y apareció una pequeña Bead Head Woolly Bugger Marron, hice mi primer lance y comienzo a recoger, siento el mismo tirón que la primera vez, nuevamente la adrenalina alta y se vuelve a repetir la historia nuevamente.
Un abrazo, Omar desde Mendoza.