Lago Moreno, un pesquero olvidado
Por Adrián Reboratti y P. Abel Trípoli.
Debido a la positiva aceptación que tuvo esta revista en San Carlos de Bariloche y dado que tenemos la oportunidad, nos pareció apropiado colaborar con un artículo sobre uno de los lugares de nuestra región donde pescamos habitualmente.
Ubicado a 15 Km. de la ciudad, hoy rodeado de rutas y casas, y con muchos accesos, se encuentra el LAGO MORENO.
Allá por los años 70 era un excelente pesquero; el promedio oscilaba los 5 Kg. y hasta nos dió (a los pescadores) lo que creo muchos consideramos un récord: un Salmón encerrado de 13,400 Kg.
Con el correr de los años, como ocurrió en la mayoría de los ambientes, el promedio fue disminuyendo y 5 años atrás no superaba el Kilo.
Hace dos temporadas nos enteramos que se estaban capturando truchas de hasta 2 Kg. en la desembocadura del Arroyo Goye donde está ubicada la piscicultura de Colonia Suiza. Como nos pareció muy poco o nada deportivo pescar en un lugar donde las truchas están esperando que les den de comer en la boca (alimento balanceado) simplemente, no fuimos.
La temporada pasada (97-98) un amigo nos comentó que había pescado muy bien en los juncales cercanos al corto río La Angostura que une el Lago Moreno con el Lago Nahuel Huapi.
Luego de someterlo a un exhaustivo y detallado interrogatorio, preparamos los equipos y en la primera oportunidad hicimos una escapada
Era comienzos de diciembre y nos tocó un día excelente.
Siendo alrededor de las 9 Hs., mientras inflábamos los flotadores, nos poníamos los waders, los chalecos y alistábamos las cañas N°6, tuvimos el grato anticipo de ver dos Fontinalis de mediano tamaño comiendo ninfas cerca de la costa. En ese momento presentimos que sería un buen día de pesca.
Cuando finalmente estuvimos listos nos pusimos las patas y......¡ A PESCAR!
Abel decidió poner un Shooting hundimiento 4 y una Dragon oliva de pelo de ciervo N°8 mientras que yo elegí poner un Shooting hundimiento 2 y una Woolly Bugger oliva N°8. Al cuarto tiro Abel clavó la primera : una Arco Iris de 1,300 Kg. , la más chica del día. Diez minutos después otra , un poco más grande.
Fue entonces cuando me dijo que estaba trabajando la mosca bien pegada al fondo; así lo hice y dos minutos más tarde estaba peleando con una Arco Iris saltarina de 1,500 Kg.
Decidí cambiar de hundimiento y puse uno clase 6. Desde ese momento la cosa se dió pareja: un pique cada 40 ó 50 m.
Debido a la variedad de lugares que hay en la costa del Moreno: árboles caídos, juncales, algales, paredones, lugares donde el agua se mete debajo de los arbustos de la costa y otros donde el pasto de la costa se mete en el agua hasta más allá del veril, tuvimos que cambiar mucho de mosca . Las que predominaron al cabo de la jornada fueron Woolly Buggers, Woolly Worms y Dragons, por lo general en N°6 u 8, bien lastradas con plomo o big heads.
En cada lugar utilizamos moscas y técnicas distintas.
En los juncales, Damsels oliva de marabou N°8 - 10 ,Woolly Worms amarillas o verdes, Woolly Buggers oliva y Rubber Legs N° 6 - 8 en tonos oscuros, trayéndolas a tirones cortos y fuertes con pequeños intervalos.
Entre los árboles caídos Soft Hackles, ninfas de May Fly o Dragon y Woolly Buggers blancas o marrones N° 4 - 6. Las ninfas las trabajamos con pequeños tirones, por ej.3 tirones y un intervalo de 1 ó 2 segundos, y en cambio las Woolly Buggers con grandes tirones y a la mayor velocidad posible.
Los algales no los pescamos demasiado en ese momento pero los observamos muy detalladamente para poder hacerlo al atardecer con emergente o mosca seca.
En los paredones la que mejor resultado nos dió fue una Woolly Bugger blanca N°4 que tirábamos bien pegada a la piedra, si rebotaba mejor, y trayéndola apenas tocaba el agua lo más rápido que podíamos, tratando de imitar un alevino huyendo. De esta forma obtuvimos las únicas marrones del día.
Donde el pasto predominaba utilizamos Dragons o Woolly Worms oliva, y Woolly Buggers naranja, oliva, amarilla o negra trayéndolas a tirones cortos pero continuados.
Durante la jornada tuvimos dos grandes satisfacciones.
La primera de ellas fue las truchas selectivas que encontramos en los lugares donde el agua se metía debajo de los arbustos.
Cuando las vimos comiendo en 30 ó 40 cm de agua inmediatamente cambiamos por el equipo 3 con línea de flote, alargamos el leader con un tramo de 5 X y colocamos una Adams N°14, Abel y una Black Gnat N°16, yo.
Dos veces tuvimos que renovar el tippet debido a los continuos cambios de mosca. Pusimos una gran variedad de tamaños y modelos tanto de secas como de ninfas pero todo fue en vano: no querían picar. Fue entonces cuando decidimos acercarnos para ver que estaban comiendo. No lo habíamos hecho antes para no espantarlas. Descubrimos que se estaban dando un festín de Midges negras N°20 ó 22. Para su suerte, y como ocurre a veces, no teníamos. Capturamos un par de naturales, las guardamos en un frasquito, nos alejamos unos 30 ó 40 m y empezamos a revisar las cajas buscando algo parecido. Encontramos un par de moscas que habíamos atado la temporada pasada y nunca utilizamos. Imitaban unos pulgones de los sauces; no tenían la misma forma que las midges pero... eran negras y chiquititas y para nuestra alegría nos dieron un resultado muy bueno.
En media hora logramos capturar 3 Arco Iris y 1 Fontinalis, la primera que aparecía. La última Arco Iris que pescamos dió más de 8 saltos haciéndonos creer que era un salmón y resultando ser una hermosa plateada de 1,900 Kg. Lamentablemente, debido al ruido que hizo, se espantaron las demás que estaban en la zona.
Siendo las 2 1/2 de la tarde y teniendo las piernas acalambradas, ganas de ir al baño y que el estómago nos hacía ruido, decidimos parar a comer.(Parecemos "el caliente" del libro de Tornillo ¿no?).
Después de unas cervezas, unos sandwiches y media horita de descanso, decidimos emprender el regreso, pescando con el equipo 6 , para estar de vuelta al atardecer en la bahía de donde partimos.
Allí habíamos visto unos algales preciosos, los cuales fueron la segunda satisfacción que tuvimos y fue la mejor forma de terminar un excelente día de pesca.
Después de haber pataleado como locos durante todo el día , llegamos a las 20 Hs. al algal.
Todo estaba perfecto: la eclosión no había empezado, soplaba una pequeña brisa del oeste y el atardecer era hermoso y teñía todos los cerros de un color rojo intenso.
Guardamos el equipo 6 y armamos nuevamente el 3 para pescar con emergentes y secas.
Como habíamos pensado, la eclosión de caddis comenzó en cuanto el sol se ocultó y fue impresionante.
Las truchas comían por todos lados, tanto en las algas, en los juncales y en la parte baja, como en el medio del lago. La cantidad de subidas era increíble.
Empezamos pescando con emergentes blancas con ala de ciervo natural N°10, luego cambiamos por Elk Hair de cuerpo blanco y ala blanca N°12 y a último momento, cuando quedaba poca luz y pocas caddis dando vueltas, pusimos una imitación N°12 de cuerpo crema y ala de CDC blanco.
Durante la hora, hora y cuarto que duró la eclosión y se hizo de noche, sacamos cada uno entre 6 y 8 truchas de 1 1/2 a 2 Kg. .... ¡MEJOR IMPOSIBLE!
Al cabo de una jornada de pesca que duró 12 Hs. tanto Abel como yo capturamos aproximadamente 30 a 35 truchas con una mayor proporción de Arco Iris seguida por Fontinalis y Marrones. Los pesos oscilaron entre 1,300 Kg. la más chica y 3 Kg. la más grande. La nota la dió una Fontinalis de 2,500 Kg.
Por todo esto el Lago Moreno es un lugar cercano que recomendamos ampliamente. No teniendo demasiados lugares para pescar de costa es preferible hacerlo embarcado.
Por último, les pedimos por favor a todos aquellos que visiten este lugar no dejar basura y practicar la pesca con devolución para que entre todos podamos conservar este paraíso olvidado que poco a poco está comenzando a renacer.-