Que trae a los pescadores Norteamericanos a la Patagonia?
Por William Leicht.
(Fue biólogo , profesor de la Universidad de Montana, y voluntario del "Peace Corps". Pescó durante 30 años en Patagonia lo que le permitió escribir los libros "ARGENTINE TROUT FISHING", y "Los Parques Nacionales de Sudamérica", este último editado en inglés y en castellano. Era consultor de DESTINATIONS, agencia de Montana de excursiones de pesca con mosca en todo el mundo)
Resumen:
A pesar de los altos costos que actualmente tienen las excursiones de pesca en la Patagonia, un importante número de pescadores norteamericanos viene a la Argentina aportando un ingreso significativo, la mayor parte del cual queda en la Patagonia, a través de pagos por licencias, pagos a guias, lodges, hosterias, estancias -incluyendo el personal de éstas- y gastos de los más variados que hacen -directa o indirectamente- en los comercios de la zona. Estos pescadores son atraídos por la calidad de pesca -tamaño, cantidad y condición silvestre- que ofrecen los rios patagónicos. Tambien los atrae la belleza natural y el paisaje prístino, con aguas, aire, suelo, flora y fauna sin indicios de polución ni depredación. Aprecian fundamentalmente la privacidad con que pueden pescar y le dan mucha importancia a que se practique el "catch and release", porque saben que esa es la mejor manera que se mantenga la calidad de pesca. Todos estos aspectos, que son los mismos que buscan los pescadores argentinos, deberán cuidarse para que la Patagonia siga siendo una de las mecas mundiales de la pesca de salmónidos.
Buenas tardes, señoras y señores. Buenas tardes señores legisladores y buenas tardes a mis amigos y conocidos y a toda la gente que ha hecho posible este congreso.
Primero, quisiera explicarles que nunca he hecho un discurso en castellano y estoy un poco nervioso. Tengan la bondad de darme un poco de paciencia y perdonen mis errores de pronunciación y gramática. Quisiera primero agradecer al vice-presidente de la Fundación Challhuaco, Sr. Enrique Poodts, quien me ayudó en la traducción de estas palabras (cualquier error es mío y no de él), Jorge Graziosi, presidente de la Fundación, Daniel Wegrzyn, Subdirector de Pesca de Río Negro por invitación tan amable a este congreso y otros directores de la Fundación.
Mi primera visita a la Patagonia ocurrió en 1961. En esos días, los años del presidente Kennedy, fui voluntario del cuerpo de paz, trabajando en la educación en varias partes de la República de Colombia. Teníamos vacaciones muy largas en aquellos días, y llegué, caña en mano, listo para pescar, porque había oído y leído tantas buenas noticias de la pesca en la Patagonia. Y qué buena pesca fue en esos días!!!. Entonces, por muchos años llegué a ser lo que decimos un "trout bum", algo así como pescador vagabundo en castellano, pescando en cada río a los que podía llegar por mis propios medios. En esos días podía pescar en cualquier lado y fue posible pescar por varias semanas sin ver otros pescadores en los ríos.
Tengo que admitir que fui un poco agresivo en mi persecución de las truchas (y salmones) en esa época, y, en realidad, fui pescador furtivo en los ríos Traful y Malleo. Quisiera sin embargo, confesar públicamente mis pecados y disculparme a las familias Olson y Larriviérè. Prometo no hacerme pescador furtivo en esos ríos en el futuro.
Pero, carámba, cómo ha cambiado la pesca desde entonces!!!. Hay más pescadores, argentinos y extranjeros, hay más "lodges" de pesca, que se llenan casi todos en las temporadas. La reputación de la pesca patagónica es hoy mejor que nunca y es probable que continúe aumentando en el futuro. Este sería un buen presagio para la Patagonia, porque, como indicó el Director de Pesca Sr. Bridi, pocas industrias -y la pesca deportiva es una industria- son mejores para cualquier país como la pesca deportiva: un pescador viene a la Patagonia, trae mucha plata, la mayoría de la cual se queda en la Patagonia cuando sale, y se lleva NADA del país al salir con la sóla excepción de buenas memorias. Qué puede ser mejor?. Es una situación que sale bien para todos: los pescadores, los guías, los dueños de las estancias, los comerciantes locales.
Vuestro problema, entonces, es mantener el movimiento de pescadores extranjeros hacia la Patagonia. Sabemos algunas de las cosas que traen a los pescadores a la Patagonia. Para mantener este movimiento hay que conocer cuáles características atraen a los pescadores al principio, y esto es lo que quisiera discutir esta tarde: qué trae a los pescadores norteamericanos a la Patagonia.
Hay numerosas razones del porqué, por lo menos 12 o 13 razones. Muchas son obvias y las conocen. Otras tal vez no las conocen, y otras pueden ser un poco sorprendentes.
Entonces, quisiera primero describir estas razones a Uds. y luego ofrecerles unas sugerencias en cómo mantener o aumentar estas atracciones, para que los pescadores continúen con sus llegadas. Debo añadir que antes de preparar estas palabras consulté varias compañías norteamericanas que envían pescadores a la Argentina y he incluído en el discurso sus observaciones, especialmente los del Sr. Douglas Larsen, de la Compañía Frontiers y John Bailey, del Bailey's Fly Shop. Quisiera añadir que, con una sóla excepción, las razones que siguen no son necesariamente en su orden de importancia. Por qué. Con franqueza, con la excepción de la pesca de calidad, porque sin pesca de calidad no se puede tener una industria de pesca deportiva, no sé cuáles razones son las más importantes. Tal vez sería mejor considerarlas a todas importantes.
OK! Por qué vienen los norteamericanos?
1) La estabilidad política. Hoy día es ampliamente conocido en los Estados Unidos que en Argentina tienen un gobierno estable y democrático. Esto es más importante de lo que puedan pensar. Muchos norteamericanos no son bien informados de asuntos sudamericanos y en años pasados mucha gente no viajaron a la Argentina por miedo de verse envueltos en una especie de disturbios políticos. Ya no; esos días son del pasado. Hoy día es muy raro que un cliente me pregunte algo acerca de la estabilidad política de la Argentina. Sin embargo, unos pocos clientes sí me preguntan algo de la segunda razón: la SEGURIDAD.
2) La seguridad. Muchos clientes son más viejos, relativamente ricos y tienen un poco de ansiedad en viajar a cualquier otro país. Para unos pocos de estos clientes, una pregunta común es la que sigue: es la Argentina segura para turistas?. Mi propia experiencia indica que la Argentina es más segura que los Estados Unidos, especialmente en las grandes ciudades. Otra vez esto no es un problema. Puedo asegurarles a los clientes que la Argentina es realmente segura, tal vez má segura que sus propias ciudades. Y los pescadores se interesan en países estables y seguros.
3) La publicidad. En círculos de pescadores internacionales, la Patagonia es más conocida que nunca. En nuestro invierno, pescadores conocedores que les interesan las truchas piensan en dos destinos: Nueva Zelandia y Sudamérica. Por qué?. Por el "boca en boca" y porque escritores y fotógrafos de temas de pesca constantemente se refieren a la Patagonia en libros, revistas, diarios y en la televisión. Tendré unas sugerencias para ustedes en este tema más tarde, pero no hay duda que estos artículos y películas atraen pescadores a la Patagonia.
4) El "Viejo Oeste". Vivo en Montana, un estado notablemente parecido a la Patgonia. Durante nuestra temporada de pesca en los Estados Unidos, decenas de miles de pescadores invaden Montana porque nuestra pesca es de muy buena calidad, aunque no tan buena como acá en Patagonia, pero también porque Montana todavía es en muchos aspectos la Frontera Final, el Viejo Oeste, con gauchos, indios, ganadería, mucho espacio sin desarrollo, relativamente despoblado, donde se pueden apreciar la belleza natural y el romance del viejo oeste. Me parece que estas palabras también describen la Patagonia, que tienen además en las pesonas de Butch Cassidy y Sundance Kid, una historia de estadounidenses fuera de la ley. Y muchos pescadores estadounidenses me han dicho que la razón por la cual gustan de sus viajes a la Patagonia es porque es tan semejante al Viejo Oeste de los Estados Unidos.
5) La Experiencia Cultural. Con respecto a esta atracción, es una gran tentación decirles que venimos a la Argentina por causa de su pesca, sus mujeres tan bellas, y sus vinos y carnes tan deliciosos. Hay mucho de verdad en esta declaración, pero, en serio, hay una clase de pescadores bien educados y sofisticados que vienen a la Argentina no sólo para la pesca, sino porque aprecian o tienen curiosidad en la gente y en las costumbres del país. Me encanta esta clase de clientes. Estos son los pescadores que verdaderamente aprecian y tienen interés en las comidas y vinos del país, su historia, música y la vida diaria de ustedes que viven aquí en Patagonia. Estos clientes tienen mucho más interés en sucesos y actividades locales que lo que se imaginan. Estas actividades pueden ir desde las actividades diarias en una Estancia hasta eventos programados como La Rural, o la Fiesta del Puestero en Junín de los Andes. Quisiera sugerir que visitas a lugares tan ordinarios como escuelas públicas, centros de salud y otras facilidades sociales que a Uds. les puede parecer aburrido o mundano, porque están todos acostumbrados, sería mucho más intesesante a los pescadores de lo que Uds. creen. Quisiera sugerir que Uds. alienten tales visitas, que tienen más de intercambios culturales que simplemente turismo.
6) Las estaciones. Por un accidente geográfico, muy afortunado para la Argentina, su verano coincide con nuestro invierno. Entonces, podemos pescar aquí, cuando la mayoría de nuestros ríos productivos están cubiertos de hielo. Este hecho explica dos razones del porqué los pescadores vienen a Patagonia: primero, pueden pescar aquí cuando no pueden pescar en sus propios ríos, y segundo, pueden escapar a nuestros largos inviernos, a menudo muy sombríos. Resulta que hoy día, encuentro que está aumentando un número de pescadores que les interesa una visita a Patagonia los días feriados de Navidad, aunque la mayoría de los pescadores prefieren hacer su escape al sol de Patagonia durante nuestros meses más fríos (enero, febrero, y, en menor medida, en marzo).
7) Un ambiente prístino. Los norteamericanos aprecian el ambiente prístino que Patagonia les puede ofrecer. Estoy hablando de una escasez de desarrollo industrial y de la polución, abundancia de aguas y cielos claros. Déjenme darles un sólo ejemplo concreto de lo que quiero decir, una diferencia entre los Estados Unidos y la Patagonia. Desde hace más de tres décadas que he tomado el agua sin preocupación de los ríos patagónicos en los que he pescado truchas. Nunca me ha hecho mal al estómago, ni una sóla vez. En una época podía hacer los mismo en los ríos del oeste de los estados Unidos. Pero me apena contarles que hoy día, aún en la parte relativamente no polucionada, el oeste de los Estados Unidos, nadie puede tomar agua de la mayoría de los ríos en que pescamos. Y en la parte este de los Estados Unidos, tomar agua de un río es impensable. No debe sorprender entonces que los norteamericanos aprecien el ambiente prístino de la Patagonia.
8) Privacidad. Hace treinta años podía pescar en muchos ríos del oeste de los Estados Unidos sin ver más que uno u otro pescador durante un día. Sin embargo, en ningún lado he encontrado ríos tan poco concurridos de pescadores como aquí en Patagonia. En los Estados Unidos, aquellos días se han ido para siempre. Es una ocurrencia muy rara que se pueda pescar en un río con acceso público y gustar uno de los atributos más importantes de la pesca deportiva, la SOLEDAD. Al contrario, hay docenas de botes que cada día pasan por el río de mi hogar, el río Yellowstone, el último río de buen tamaño de Estados Unidos al que le falta una represa. Los días que se abre la temporada atraen a tanta gente que los pescadores más viejos normalmente se quedan en casa, o vienen a la Patagonia. Por qué?. Porque la presión de pesca en los ríos patagónicos es muy semejante a la presión en los ríos estadounidenses, pero de hace unos 30, 40 ó 50 años, una situación altamente valorada por la mayoría de los pescadores norteamericanos. En la mayor parte de los Estados Unidos, tal como aquí en Argentina, los ríos y los peces por dentro pertenecen al estado. No obstante, en los Estados Unidos como aquí, el acceso puede ser restringido, y, en efecto, muchos ríos están privatizados. Personalmente, no me gusta mucho esta dirección, pero es un hecho. Nos guste o no, la privacidad que ofrecen las aguas patagónicas a los pescadores es una de las atracciones más importantes a los norteamericanos. En realidad a todos nosotros pescadores nos gusta la privacidad, o al menos la tranquilidad, para practicar nuestro deporte. Sin esa tranquilidad la pesca de salmónidos no sería lo mismo... no es cierto?.
9) Belleza natural. Los clientes que me llaman están siempre impresionados al oír que la Patagonia tiene belleza natural espectacular. En el oeste de los Estados Unidos, los visitantes gozan del paisaje tanto como de la pesca, y al aprender que muchos de los lagos y ríos patagónicos quedan cerca o dentro de sus Parques Nacionales, les agrada porque el hecho sugiere que aquí en Patagonia pueden esperar la misma buena experiencia como en los Estados Unidos. La vida silvestre merece unas pocas palabras. La Patagonia no tiene los enormes números de animales espectaculares como Africa, por ejemplo, y pocos clientes llegan esperando una abundancia de vida silvestre. No obstante, la mayoría de los pájaros y animales patagónicos no son familiares y por lo tanto resultan interesantes a los pescadores norteamericanos. No tenemos teros, bandurrias, cóndores, cisnes de cuello negro, flamencos, loros, ni ñandúes, guanacos, etcétera, y el único armadillo que tenemos es el chiquitito piche ciego. Por eso me parece que una visita a las oficinas y laboratorios de CEAN, el Centro de Ecología Aplicada del Neuquén, para ver qué tipo de proyectos de vida silvestre están en marcha, sería atractivo para los visitantes que les interesa la vida silvestre.
10) Pesca de Calidad. Para sostener la atracción a pescadores, deben absolutamente poder ofrecerles pesca de muy buena calidad. Quienes son sus competidores? Chile y Nueva Zelandia, y para unos pescadores de mosca, los océanos, principalmente el Caribe. Ambos de estos países tienen la mayoría de las atracciones ya citadas: belleza natural, estabilidad política, buena comida y vino, ríos privados, alto perfil en pescadores internacionales, etcétera. En el futuro, una sóla cosa va a convencer a un pescador a elegir la Patagonia en vez de Chile o Nueva Zelandia, la pesca de buena calidad. Si un cliente puede sacar truchas más grandes y silvestres en Chile que aquí, elegirá y pondrá su dinero en Chile, no en la Patagonia. Aún cuando, como es el caso de hoy, cuesta más pescar en Argentina que en Chile o Nueva Zelandia, la mayoría de los pescadores continuarán viniendo aquí, pero solamente si pueden esperar pesca de buena calidad.
Qué es (en la mente de un pescador norteamericano) pesca de calidad?
Consiste primariamente de tres elementos: 1) el tamaño del pez, 2) la cantidad capturada, y 3) el hecho que las truchas son silvestres antes que criadas en piscicultura. El pescador norteamericano viene aquí con la esperanza de sacar más, y más grandes truchas silvestres que en su país o cualquier otro lado. Si puede -y mucha gente lo hace- él y su plata volverán; si no puede, pensará que la pesca es mejor en otro país.
Gracias a la visión del explorador y pionero Perito Moreno (y muchos otros), los lagos y ríos patagónicos son casi llenos de grandes truchas silvestres. Pero hace muy poco tiempo , los lagos y ríos estadounidenses también fueron casi llenos de grandes truchas silvestres. Ya no, no como aquí. No se requiere mucho tiempo para destruír una población de truchas. He visto, en el curso de mi propia vida (que aunque mis amigos digan lo contrario, en verdad no es tan larga), la destrucción permanente de poblaciones excelentes de cabeza de acero y salmones del Pacífico en muchos ríos del oeste, tanto como el deterioro constante de poblaciones de truchas, virtualmente en todo el oeste norteamericano. Como les dije, no requiere mucho tiempo, se puede hacer en 20 años o menos.
Si tengo un sólo mensaje esta tarde, el mensaje es: por favor, por Uds., sus hijos y sus nietos, por mis clientes y por mí, "Do not let this happen here!" o sea, no dejen que esto ocurra aquí!!!.
Hemos cometido errores espantosos y, por consiguiente hemos puesto en peligro muy grave nuestra propia industria de pesca deportiva. Por favor, no sean tan estúpidos como fuimos nosotros y no repitan nuestros errores. Es muy fácil para mí decir qué es lo que deben evitar. No es tan fácil decirles qué hacer. La mayoría de los problemas son obvios, para mí como para Uds. de todos modos, no voy a ser tan irresponsable de no hacer una pocas recomendaciones a ustedes.
Empecemos con las ideas más obvias:
1- Asumiendo que mantengan una pesca de buena calidad, más norteamericanos vendrán a la Patagonia. A medida que la calidad de la pesca disminuya en Norteamérica, más norteamericanos van a ir a otras partes, incluyendo Patagonia. Y van a traer su plata. Por lo tanto, cualquier plata que ustedes gastan en pesca deportiva es una inversión, una inversión que beneficiará a todos los pescadores, no sólo norteamericanos. Me parece que dos temas grandes relacionados merecen su cuidadosa y puntual atención: el Recurso y la Industria.
a) El recurso. Para mantener la pesca de buena calidad hay que proteger el sistema completo, o sea los ecosistemas incluyendo los peces. El ecosistema, este es el gran panorama. Demasiadas represas, demasiada destrucción forestal, demasiado desarrollo industrial y demasiado ganado, pueden destruír un ecosistema antes de que uno se de cuenta. La protección inmediata del hábitat, se refiere a las cuencas y los mismos ríos. No es fácil; cuesta bastante dinero y requiere voluntad política, pero se puede hacerlo. Durante el transcurso de unos 30 años, me parece que la calidad de la pesca patagónica, al principio de primera clase, ha disminuído. Hay muchas razones para ello, pero creo que uno de los fracasos es en la protección de los ríos y arroyos, el daño de la vegetación ribereña, por sobrepastoreo o pastoreo de sus orillas y la erosión asociada. Quisiera recomendar que se dé consideración a un proyecto de alambrado que comience con los ríos más conocidos, pero que eventualmente incluya todas las provincias.
La protección de los peces se basa en tres cosas: i)aprender tanto como sea posible de ellos, ii) promulgar regulaciones progresivas, iii) hacer cumplir, con mucho vigor, las regulaciones.
i) Para aprender sobre los peces, hay que asegurar, mejor dicho garantizar que el gobierno gasta la plata necesaria para apoyar a los científicos. Son los biólogos y técnicos de pesca quienes proveen los conocimientos básicos de los que dependen los programas de manejo sólidos. Para poder proveer información, necesitan la plata suficiente para llevar a cabo su trabajo.
ii) Promulgar más y más progresivas regulaciones. Promúlguenlas ahora mismo, antes que sea tarde, después que el daño mayor aparezca, en el increíble estilo nuestro. Me refiero a regulaciones tales como aquellas sobre captura y devolución, ríos designados solamente a la pesca con mosca y anzuelos sin rebaba, vedas específicas, etcétera. Nuestra experiencia en los Estados Unidos ha indicado que, sin duda, tales regulaciones pueden ser efectivísimas en la protección de poblaciones de salmónidos y casi milagrosa en la recuperación de poblaciones de truchas casi destruídas. Ustedes ya cuentan con muchas de estas regulaciones. Recomiendo que deben extenderse a áreas más amplias de la provincia y de la región.
iii) Buenas reglamentaciones no significan nada si no pueden hacerse cumplir de manera efectiva. Quisiera recomandar la promulgación de leyes que resulten en multas muy pesadas y/o la pérdida de privilegios de pesca para los que no cumplen las reglamentaciones. Tales multas pesadas -de 120 hasta 500 dólares en los Estados Unidos- son muy eficaces.
b) La Industria. Unas pocas observaciones de la industria de la pesca deportiva en la Argentina:
El costo al pescador que viene a la Argentina. Destinations, la compañía con la que estoy asociado, envía pescadores por todo el mundo, incluyendo sus principales competidores (Chile y Nueva Zelandia). Por esa razón hago comparar los precios que los pescadores tienen que pagar en cada uno de estos países. Hoy día, la Argentina es el más caro de los tres países para un pescador, tanto como 20 a 40 % más caro, y los precios aumentan aquí aproximadamente 5% cada año. Doy cuenta que tienen un gran problema de costos y que ofrecen a los pescadores un producto excelente (buena pesca, buenas acomodaciones, buenos guías, etcétera). No obstante, si estos precios continúan su aumento tan dramático, mientras que los de sus competidores mantengan un nivel constante, hay una buena chance que Argentina pueda quedar afuera del mercado mundial. Recomiendo, entonces, que tanto como sea posible se traten de mantener los precios en un nivel moderado.
Guías de pesca. Por lo general, los guías argentinos son excelentes, pero la calidad no es consistente. He oído quejas de pescadores que no han recibido buenos servicios, que no podían llegar a los ríos interesantes, y, en un sólo caso un pescador fue defraudado por un guía, aquí, en Argentina. Cuando aumente el número de pescadores norteamericanos -y va a aumentar- resiste la tentación de aprovechar guías que no son verdaderos profesionales. Los guías no tienen que ser norteamericanos, pero sí tienen que ser pescadores hábiles o expertos, tienen que tener actitudes profesionales, conocer muy bien los ríos y arroyos, y poder comunicarse efectivamente en inglés, no solamente en el río, sino también en el vehículo y en el comedor. Me parece que su asociación de guías profesionales es un buen paso hacia la solución de este problema.
La publicidad. Tienen que continuar con el anuncio de su producto por todo el mundo. Sus competidores están haciéndolo. Tengo tres recomendaciones: 1) Ustedes en la industria deben continuar, aún ampliar sus invitaciones a escritores, fotógrafos y vinculados a la cinematografía, este no es un juego de chance. Tales invitaciones sí resultan en la llegada de pescadores. 2) Los gobiernos provinciales y nacional y las organizaciones de turismo tiene un papel que jugar en el anuncio de su producto. Quisiera que vea una publicación distribuída por la Asociación Magallánica de empresas de turismo, en Punta Arenas, Chile. La publicación está bien ilustrada, es de alta calidad y el texto es bilingüe, dando como resultado una excelente revista. Conozco varios pescadores norteamericanos que han decidido por Chile como resultado, en parte, de haber leído esta publicación. Recomiendo que organizaciones patagónicas similares piensen en algo parecido para este lado de los Andes. Muchas veces es necesario gastar plata para hacerlo. No permitan que sus competidores se les adelanten demasiado.Finalmente, en el tema de la publicidad, quisiera sugerir que da buenas ideas reunirse con organizaciones bien conocidas como Trout Unlimited o The Federation of Fly Fishermen o, mejor todavía, las dos.
Acabo de sugerir a ustedes que pidan ayuda a su gobierno en la resolución de muchos de estos problemas. Desafortunadamente, este curso probablemente no sea una solución, ni en su país ni en el mío. Sí se debe llevar a cabo por fuerza una política en que el gobierno dedique todo el dinero ganado por la venta de licencias de pesca primero, para el cumplimiento del reglamento y, segundo, para investigaciones básicas. Pero aún este dinero no será suficiente.
Por lo tanto a mí me parece que todo el mundo envuelto en el deporte y la industria (pescadores, guías, "outfitters", agencias y operadores de turismo y dueños de cotos de pesca, deben contribuír de su plata y de su tiempo a las asociaciones, fundaciones y centros de investigaciones que les interesa la pesca, para que ellas puedan llevar a cabo el trabajo requerido para mantener y realzar las poblaciones de vigorosas truchas silvestres. Luego, estas organizaciones tienen que trabajar juntas para aprovechar el uso de escasos fondos lo más efectivamente posible.
La Patagonia tiene una oportunidad inigualada de aprender de los errores increíbles que hemos cometido en los Estados Unidos. Los peligros son obvios y todos sabemos cómo evitarlos. Aconsejo que todos se sumerjan en los problemas y tomen acción en educar a sus compañeros de pesca, los políticos y el público. Si no lo hacen, tienen la chance de perder no sólo al pescador norteamericano, sino hacer perder la oportunidad de gustar de la pesca a sus hijos o nietos, pesca sobresaliente que ustedes y yo hemos tenido oportunidad de experimentar.
Esto es todo lo que tengo para decir esta tarde. Quisiera agradecer a mis anfitriones, otra vez agradecer a ustedes su atención tan bondadosa. Si tienen preguntas, trataré de contestarlas. Muchas gracias.
Comentarios:
Entre las preguntas que se le realizaron el tema del control que se efectúa en los EEUU fue reiterado. Respondió que este tema es fundamental. En algunos ambientes cuyas poblaciones de peces estaban en un franco retroceso, con un buen control del furtivismo, las poblaciones se recuperaron. Sin embargo aclaró que las poblaciones de salmónidos sufren hoy en día serios problemas por la contaminación, las enfermedades infecciosas y estas agresiones no pueden solucionarse con un buen control. Por otro lado, con respecto a las infracciones comentó que las multas son elevadas y que el infractor, según la seriedad del delito hasta puede perder el vehículo y el equipo de pesca y aún sufrir detención en la cárcel.
Otra pregunta se refirió a las ventajas y desventajas que ofrecen Chile y Nueva Zelandia a los pescadores norteamericanos en comparación con el destino Argentina. Respondió que por un lado en Nueva Zelandia se habla inglés y eso es una gran ventaja aunque en Chile y Argentina los guías que hablan inglés correctamente solucionan ese inconveniente. En Nueva Zelandia hay que caminar 1-3 millas para llegar a un pozo muy bueno y casi toda la pesca es por vista (sight-fishing). Por su parte si bien en Chile hay precios más bajos, las acomodaciones y los lodges no tienen el nivel que en la Argentina. Leitch considera que la pesca en la Argentina es mejor y que eso dice a sus clientes.
Al norteamericano no le atrae pescar salmones del Pacífico en Chile porque tiene muy buena pesca de ellos en Alaska y en Canadá. Sí le interesa la pesca de la trucha y la del salmón encerrado. Le atrae, como dijo en su exposición, la tranquilidad, la escasez de presión pesquera y la calidad de las piezas.