Cómo pescar truchas que sólo piensan en sexo
Por Diego Flores.
Atardece en un gélido día de junio, a la vera del lago Buenos Aires. Un grupo de truchas marrones de gran tamaño merodean la costa, cerca de la desembocadura de un arroyo ahora seco. Por su comportamiento, cualquiera especularía que están tomando caddis en superficie. Pero no, se encuentran en pleno cortejo reproductivo. Saltos, revolcones y estampidas completan un cuadro que nos erizan hasta la médula. La última hora del día anterior me había encontrado en la misma situación. Actuando con un ST y streamers grandes el match terminó cien intentos a cero piques. Pero esta vez estaba preparado...
Cambio a una línea flotante WF 6 y un leader de 2,5 metros rematado en un 3 X. Los primeros intentos con un atractor de superficie no aportaron ningún cambio. Paso a una Muddler grande y lo mismo. En eso veo en mi caja un par de Mini Rabbits que yacían olvidadas. Estaban atadas en un anzuelo N° 10 pata corta, con el ala canela y su pancita de Tinsel Chenille cobre. Un instinto irrefrenable me indicó que eran la opción correcta. Anudo una a mi tippet y al primer tiro clavo una marrón de poco mas de 2 kg.; la devuelvo y casi inmediatamente prendo otra idéntica.
Tan excitado como perplejo, trato de serenarme y controlar un poco mis impulsos. Espero, observo la superficie del lago, veo un bulo muy interesante y le casteo con precisión. Ahí nomás se prende una "bicha" descomunal. El tippet fino y el temblequeo de mis rodillas no ayudan. Tras 10 minutos de lucha varó sobre la playa un macho cercano a los 5 kg. No luchó demasiado, aunque por su peso y su bellísima silueta resultó mas de lo que esperaba.
Ricardo, mi compañero de pesca de esa tarde, se hallaba al borde del colapso nervioso ya que ni siquiera lograba un pique. Mi felicidad era tal que le regalo la otra Rabbit y al minuto se conecta con una muy buena. Vuelvo a la faena y al cuarto pique de la tarde otra grande se lleva mi "héroe emplumado". Cambio cuanta mosca tengo en las cajas y nada. Mientras tanto Ricardo obtiene un pique cada tres tiros. Ninguna otra marrón se dignó tomar cuanto ofrecimiento fui capaz durante la última y desesperante media hora de ese día. Llegada la noche la historia finalizó así: 5 Salmo trutta para Ricardo y 3 para mi.
Mas allá de lo ironía y las diferentes lecturas de esta anécdota ¿Por qué una trucha tras otra se prendía en ese modelo, mientras otro con ligeras variantes de color o tamaño era rotundamente ignorado? Tal vez sea otro de los interrogantes que solo nos serán develados cuando las truchas hablen (Mono Villa dixit). De momento no queda más que contentarse con lo que creemos saber sobre estos peces, por aquellos ratos en que andan con la "idea fija".
Grandes salmónidos migratorios
Los salmónidos que viven en lagos y embalses, presentan un tamaño promedio significativamente mayor a los que habitan ríos de una misma latitud. De aquí que miles de pescadores esperen con ansias su ingreso a los ambientes de agua corriente para procrear. Las corridas o "runs" reproductivos presentan varias fases, cuyo conocimiento es esencial para una pesca eficiente:
Fase 1) Las truchas se acarduman en las cercanías de las bocas o desembocaduras por donde ingresan para reproducirse. Estos puntos son a menudo sitios de excepción por ser el cuello de botella del sistema. Lluvias torrenciales, oleaje, vientos fuertes o un ligero enturbiamiento de las aguas son gatillos para que se adentren en grandes cantidades.
Fase 2) Las truchas invaden los ríos y durante la primer parte de su migración, tienden a ubicarse en sectores profundos y protegidos. Paulatinamente se acercan a sus sitios de reproducción, movilizándose en especial durante la noche.
Fase 3) A medida que maduran se ubican sobre las camas de desove. En general se trata de aguas bajas sobre las colas de pozones o brazos menores. Los primeros en llegar son los machos, defendiendo su territorio de cualquier intruso. Los salmónidos solo desovan en lechos de características especiales, de correntada suave e integrados por guijarros de entre 1 y 10 mm de diámetro.
Fase 4) Una vez que se reprodujeron y acuciadas por el desgaste energético, se alimentan intensamente hasta alcanzar su peso original. En este momento se los denomina "kelts". A menudo este proceso va acompañado de una migración inversa hacia los ambientes de los cuales provienen. En el caso de arroyos o ríos pequeños la alimentación se produce sobre el lago o su desembocadura. Tratándose de ríos grandes o con abundante caudal de agua, la recuperación puede darse en el mismo curso del desove. La arco iris es la única especie en la Patagonia donde esta fase coincide con la temporada de pesca.
Espectacular macho de Fontinalis en los primeros metros del río Corcovado en su ingreso proveniente del lago Wintter.
Intentando con salmónidos durante sus corridas reproductivas debemos tener presentes varias premisas insalvables. Salvo escasas excepciones, durante las fases 1, 2 y 3, no se alimentan. Por ello nunca pescaremos eclosiones ni derivas. Tampoco existe el Matching the Hatch ni tiene sentido imitar correctamente los organismos que le sirven de alimento. En general toman por irritación, curiosidad o estimulación visual mediante brillos, colores o movimientos.
Su ubicación en el río es dinámica y no permanecen en un sitio por mucho tiempo. El pozón que nos dio una excelente pesca ayer hoy puede estar vacío. Mientras una trucha residente rige sus desplazamientos diarios en función de la búsqueda de alimento y refugio, ello no sucede con una migratoria motivada por la perpetuación de sus genes.
Engañar una trucha alimentándose obedece a una lógica sencilla: imitar al natural en tamaño, forma y color, ofreciéndoselo al pez de la misma forma que lo hace el ambiente. En cambio dar en la tecla tratándose de una trucha que solo piensa en "sexo", a menudo resulta una tarea tan ardua como ilógica e imprevisible.
A continuación un breve resumen de las características mas destacables en función de cada especie.
Trucha Arco Iris.
Principio de temporada, según las características del clima y sobre todo de cada ambiente, permiten pescar truchas arco iris en fase 3 y 4. Dos ambientes donde pude realizar abundantes pruebas al respecto son los ríos Limay Superior y Manso. Este último se caracteriza por sus desoves retrasados y poder pescar truchas en fase 3, incluso hasta mediados de diciembre.
Las arco iris embriagadas de hormonas sexuales son a menudo difíciles de capturar, alertándose muy fácilmente. En este caso gasto mis cartuchos sobre peces vistos actuando con suma paciencia, ya que el fracaso puede ser moneda corriente. A menudo los machos son mas propensos a picar, sobre todo si se encuentran en pleno cortejo o rodeados de hembras. Me dieron buen resultado ninfas atractoras con gomitas tipo Leonis Barbarus y Ranguitiqui Stone. Lo mismo ocurrió con imitaciones de pececitos, los cuales pueden ser atacados con suma violencia.
Las Arco Iris son las truchas con mayor desgaste reproductivo por lo que tienden a pelear mucho menos de lo acostumbrado. Ello se contrarresta con la belleza que exhiben en este periodo y que permite fotografías inmejorables.
El arranque de temporada en muchos ambientes nos sorprende con una gran cantidad de truchas en fase 4, muy deterioradas y con la mitad de su peso original. A menudo pican con facilidad y su lucha se reduce al arrastre de un peso muerto. Muchas de las truchas arco iris grandes que capturé pertenecen a este lote, aunque su recuerdo está empañado debido al escaso valor deportivo que tuvieron.
Si la temporada arranca con mucha agua lo descripto puede ser el principio de una situación inmejorable. Comienzos de la temporada 97/98 dio con estas características y muchas arco iris eligieron engordar en los ríos. Por ejemplo en el Limay Superior los portes de entre 1,5 y 3 kg. eran moneda corriente, pudiéndose capturar en días buenos, numerosos ejemplares por pescador. Todo terminó a mediados de enero cuando retornaron a sus ambientes originales: el Nahuel Huapi y el Embalse Alicurá.
Trucha Marrón.
En el norte y centro de la Patagonia las truchas marrones migratorias ingresan a los ríos a partir de marzo. Un viejo, y muy ilustrativo adagio reza así: "cuando los álamos pierden sus hojas, las marrones están en el río". Para esta época son muchos los puntos que empiezan a rugir. Los primeros que vienen a mi mente son las bocas del Limay y el Chimehuin, además del Collon Cura y el Limay medio. Algo similar se produce sobre las desembocaduras de arroyos y ríos menores en lagos con importantes poblaciones, como el Nahuel Huapi, Huechuláfquen, Paimún y Buenos Aires.
Durante la temporada formal (hasta el segundo domingo de Abril) esta especie se encuentra en fase 1 y 2. Aquí mis puntos favoritos son las bocas antes citadas y los ríos pequeños. En general trato de esquivarle a los cursos más grandes. En estos últimos las truchas se ubican en sectores profundos que obligan a lanzamientos muy largos y equipos pesados. Como su instinto agresivo no se halla en su clímax, hacerlas picar puede ser muy difícil. Esto disminuye considerablemente las posibilidades de los aficionados con menos experiencia; e incluso entre los mas experimentados el balance costobeneficio no cierra en la medida de lo esperado. Una herramienta insustituible en estos casos es una balsa neumática, que permite ubicar los cardúmenes de peces facilmente, optimizando nuestro esfuerzo.
En ríos medianos o pequeños sucede lo contrario. Sus menores dimensiones permiten dar con los peces fácilmente y lograr pescas más precisas. Además podremos utilizar equipos livianos y moscas pequeñas, matizando las salidas con pinceladas casi épicas. Los sectores inferiores del Caleufu o el Pichi Leufu, en su cercanía con el Embalse Piedra del Aguila son ejemplos al respecto. No conviene olvidar que los ejemplares mas importantes tienden a darse en los ríos grandes, propiciando una lucha impresionante.
Las extensiones de temporada (hasta el 31 de mayo) permiten pescar esta especie en fase 3. Aquí los peces responden con más facilidad a estímulos que enciendan su agresión y se ubican en aguas mas bajas. La clave reside en centrar nuestro esfuerzo en los sitios donde los peces se concentran: los fondos de desove.
Entre mis moscas favoritas se encuentran Wolly Buggers y Rabbits entre anzuelos N° 2 y 6. En general abuso de las patas de goma y de materiales sintéticos como Staz, Flash Abu Holográfico, Cristal Flash, Braid o Ice Chenille en colores negro, perlado o verde oliva. Otras moscas que pueden ser muy efectivas son Bucktails grandes color blanco o amarillo.
A menudo ocurre que por una excesiva presión de pesca (no se porqué, pienso en el Chimehuín), los peces desatienden totalmente los grandes streamers antes recomendados. Aquí achico el tamaño de las moscas, trato de pescar sobre pez visto y por sobre todo atiendo un pequeño gran detalle: abordar los pesqueros de manera opuesta al resto de los pescadores.
Salmón Encerrado.
Este pez es sin duda el mas aristocrático, caprichoso y elusivo de los salmónidos adaptados a la Patagonia. A menudo se los captura a principio de temporada, con aguas altas y frías. Estos salmones "frescos" (llamados así por su coloración plateada) se caracterizan por su potencia y tomar streamers sin inconvenientes.
Pescarlos ya maduros dentro de un río, resulta una historia completamente distinta. Si bien no despliegan la tenaz lucha que le es propia durante el resto de la temporada, negocian esta característica con una obstinada resistencia a tomar nuestra mosca. Los dos ríos más importantes de la Argentina en este sentido son Traful y el Carrileufu. Mientras casi la totalidad del primero es de acceso privado, el segundo presenta excelentes lugares públicos.
Jorge Donovan en su libro "Nací Pescador" define magistralmente la conducta de este pez bisoño. También hace hincapié en los distintos métodos que afamados pescadores han depurado para capturarlos. Cualquier aficionado en su búsqueda debe grabar a fuego las palabras del viejo maestro.
Mi experiencia con los "psicópatas" Salares de fin de estación en aguas chubutenses resultó la siguiente. Con salmones maduros bajo una fuerte presión de pesca es determinante usar tippets muy finos, moscas pequeñas y pasarles el artificial muy cerca de sus narices. Entre los modelos mas rendidores se encuentran Húmedas, Ministreamers y Ninfas, preferentemente en tonos obscuros entre N° 8 y 12. En general muevo la mosca muy poco o la presento en estricta deriva muerta.
Cuando los salmones dan muestra de estar activos la técnica de Greased Line, con Muddlers que floten a escasos centímetros de la superficie, resulta una de las variantes mas espectaculares ya que vemos el pique en su totalidad. Los salmones se caracterizan por formar escuelas de 5 a 20 ejemplares que descansan plácidamente en el fondo de los pozones y solo se espantan si cometemos un error grueso. Recuerdo uno muy manso que en medio de una tarde de pesca se separó del cardumen y me uso como sombra de corriente por casi medio minuto. A pesar de ello para tentar los grandes resulta indispensable no ser detectados, realizando las pasadas de la mosca en forma muy prolija y en lo posible sin que vean nuestra línea.
Recomiendo usar cañas de acción suave ya que a menudo nos vemos obligados a bajar el tippet por debajo de un 5 X. Una red de mano es una herramienta inapreciable para no agotar completamente a estos peces utilizando terminales finos, facilitando su recuperación y aumentando su supervivencia postliberación.
Salmónidos marinos.
Si los salmónidos que engordan en lagos y embalses presentan pesos muy destacables, los que provienen del océano son directamente descomunales. La especie anádroma más importante y distribuida de nuestro país es la trucha marina (sea brown trout). Este pez se caracteriza por sus fantásticos portes (hasta más de 10 kg.), siendo los ríos mas importantes para esta especie el Gallegos y el Grande. También se las captura en el Ewans, Penitente, Menéndez e Irigoyen, todos ellos de Tierra del Fuego y el sur de Santa Cruz.
Al ingresar a los ríos las truchas marinas se refugian en los pozones mas profundos, movilizándose preferentemente durante la noche. Si bien se puede capturar un gran trofeo en cualquier parte del río, las mejores truchas salen en los pozos mas afamados, sobre todo en las ultimas horas del día.
El Río Grande es de los pocos cursos de nuestro país que posee un detalle de información muy preciso de las capturas que en él se logran. Las estadísticas arrojan los siguientes datos: la mayoría de los peces toman streamers tipo Wolly Buggers o Muddlers, y especialmente ninfas atractoras con gomitas tipo Yuk Bug o Rubber Legs, entre N° 8 o 6. La adición de materiales brillantes y bead heads son otros de los puntos que aumentan los piques. A menudo estos peces se los pesca aguas abajo con líneas de profundidad y lentas recuperaciones cerca del fondo.
Con ausencia de viento y abundante actividad en superficie suelen subir a moscas secas "drageadas", especialmente en la cola de los pozones. Modelos clásicos son las Madame X, Bombers y Waller Walker. Otra variante es utilizar Bucktails y trabajarlos con recuperaciones rápidas. Si bien el Grande posee una gran cantidad de peces la elevada presión de pesca "educa" muchas truchas. Bajo esta situación muchos guías se inclinan por ninfas entre N° 8 y 12 como Montana, Prince o Soft Hackles Peacock. Para que no pierdan movilidad con los gruesos tippets que requiere la especie, las anudan mediante un Surgeon Loop.
Otros salmónidos marinos que producen corridas en nuestro país son los salmones del pacifico. De ellos el mas importante es el Chinnok, con portes incluso superiores a los 15 kg. La enorme mayoría de ellos son capturados con grandes cucharas ondulantes y equipo de spinning pesado. Es de esperarse que a medida que esta especie se torne mas numerosa y se depuren nuevas técnicas, se transforme en otra de las posibilidades del Fly Cast en Argentina. Un curso que promete mucho al respecto es el río Pico, aguas abajo de la confluencia con el río las Pampas.
La aparición de estos peces en nuestras aguas se debe a la explosión de la piscicultura en Chile a partir de la década del ochenta, siendo la mayoría de los ejemplares producto de las fugas de estaciones de piscicultura. Mi experiencia con Salmones del Pacifico se remite a aguas chilenas, especialmente al río Pescado y otros cursos menores que desaguan en el lago Llanquihue. Si bien las épocas de oro de estos ambientes se han extinguido tal vez para siempre, todavía es posible disfrutar de potentes ejemplares de Arco Iris y Cohos.
Usualmente funcionan muy bien streamers entre N° 4 y 6 en colores negro o verde oliva, con abundante Cristal Flash. Sin embargo estas moscas pueden ser ineficientes si la presión de pesca es excesiva, detalle frecuente donde 30 pescadores en 100 metros lineales son la regla en un día de buen pique.
Fue aquí cuando todos mis intentos cayeron en saco roto y aprendí una de mi lecciones más sorprendentes. Los pescadores que obtenían mejores resultados lo hacían con moscas muy pequeñas, a menudo ninfas y húmedas. Ese día tuve la suerte de ver como un aficionado transandino cobró en forma magistral un Coho de casi 5 kg con una diminuta AP Black en anzuelo 14. Imitando a los lugareños tuve sobre el último día de ese viaje, una de las mas recordadas pescas de mi vida. Los mejores resultados los obtuve con ninfas y microstreamers menores a un N° 10, accionados en la "olla" del Pescado muy cerca del fondo y moviéndolos a la velocidad de una oruga con muletas.
En ríos donde las corridas son muy numerosas los peces suelen romper su inapetencia solo mediante un exquisito bocado: las ovas de su propia especie. Se las pesca en deriva muerta al estilo ninfero tratando de no exederse en el tamaño de su imitación, que en las naturales nunca supera los 7 mm de diámetro. Los modelos en tandem, con adicción de hackles o colitas blancas, que agregen movimiento o que imiten algo de vitelo precipitado, resultan mis preferidas.
Final:
Si va en búsqueda de peces migratorios no olvide los siguientes puntos:
1) Las corridas reproductivas casi siempre se relacionan con un clima poco agradable. Con temperaturas muy bajas los mejores momentos giran alrededor del mediodía. Las últimas horas de la tarde también brindan chances ya que coinciden con la activación asociada al comienzo de la migración nocturna. Si visita un pesquero muy frecuentado queme sus cartuchos a primera hora antes de que llegue la "horda".
2) Si decide irritar un pez piense seriamente en materiales brillantes, gomitas y Bead heads o Cone heads que brinden a nuestra mosca una natación similar a la de un Jig.
3) En sitios con elevada presión de pesca achique las moscas, reduzca el diámetro el tippet y concéntrese en pasadas precisas. No se olvide de varias húmedas o salmoneras en distintos tonos y atadas en anzuelos menores a un N° 8.
4) Si pesca "a las corridas" lo mas posible es que se tope con peces agrupados. Una buena técnica es concentrar su esfuerzo donde obtuvo el primer pique.
5) Si se reconoce como principiante, prefiera los ríos mas pequeños. Si bien son menos pagadores en cuanto a portes máximos, resultan mas fáciles de abordar y requieren lanzamientos mas cortos.
6) En ríos grandes, pescando a ciegas o pasando la mosca lejos del pez, se imponen S.T. y streamers voluminosos (lease "gatos"). Pescar truchas migratorias en cursos como el Limay es tarea de guerreros. Aquí gana el mas experimentado, el mas dotado técnicamente o el que se calza el "casco y overol". Tome las jornadas magras con mucha filosofia, agote todas variantes que se le vengan a la mente, observe atentamente a los que saben y nunca baje los brazos.
Por ultimo si tiene la suerte de cobrar un portentoso ejemplar de trucha migratoria piense en su irrepetible historial de vida y su suerte en llegar a adulta entre muchas miles que quedaron en el camino. También medite acerca del esfuerzo y el tiempo que le implicaría al ambiente reponer en el mismo lugar un ejemplar semejante. Por si ello fuera poco analice la relación que existe entre devolver la trucha que tiene en sus manos y una buena pesca para el futuro. Al respecto no existen vueltas posibles.
Las fecha de reproducción para las distintas especies son:
Trucha Arco Iris: entre julio y diciembre (pico de remonta entre septiembre y octubre). Por su gran desgaste reproductivo necesitan no menos de 3 semanas para volver a su condición original. Esta especie es la que posee el ciclo reproductor más extenso y discontinuo.
Trucha Marrón: pueden registrarse corridas a partir de febrero, pero usualmente comienzan a mediados de marzo y continúan hasta julio.
Trucha de Arroyo: las corridas se inician en marzo y continúan hasta junio.
Salmón Encerrado: Ídem a la especie anterior.
Trucha Marina (Sea Brown Trout): se inician a partir de noviembre, aunque el pico de mayor densidad en los ríos se da a partir de marzo.
Salmón Chinnok: en sus aguas originales las corridas se suceden en primavera. En Argentina ingresan a partir de diciembre. Como todas las especies de salmón del pacifico muere en el río tras el único desove de su vida.
Salmón Coho (Chile): ingresan a los ríos a partir de marzo, sobre todo luego de lluvias que aumenten bruscamente el caudal de los mismos.