Postludios y Predicciones
Por Ernest Schwiebert.
Ha sido un privilegio poder compartir mis pensamientos esta semana. Mi amor por su mundo es obvio, creo que valdra la pena reveer mis comentarios, libros y aforismos desde mi charla de presentacion.
Hablamos del biologo Marston Bates, y de las observaciones que encontramos en su poético libro "El bosque y la laguna". En él, Bates describio sus estudios de una pequeña laguna en un campo en donde el vivió una vez. Cada especie nativa de la laguna fue catalogada e identificada cuidadosamente, desde sus organismos mas microscopicos hasta sus mamiferos acuaticos y su avifauna en tránsito.La temperatura, la quimica del agua, su claridad, y otros, fueron debidamente registrados en distintas temporadas del año. Tambien fueron estudiados el fitoplancton, la vegetacion riparia y las macrofitas acuáticas. Pero una vez que Bates hubo colectado e identificado todo lo que era esperable ser definido en términos taxonómicos, todo lo que podía ser medido y reducido a números, él tuvo que confesar que la esencia de esta pequeña laguna seguía siendo un misterio. "El bosque y la laguna" concluye con la observacion que la laguna era mas complicada de lo que Bates pudo entender, observando las manifestaciones de vida en el limoso fondo, en esos momentos primordiales en la temprana primavera.Y seguro mas complicado de lo que podremos saber.
Joham Wolfgang Von Goethe, el poeta y escritor de teatro, nos ha dado un aforismo que vale la pena recordar en su Doctor Fauto "Debes tener cuidado en lo que pides en tu juventud, porque quizás lo consigas en tus años posteriores".
Aparentemente la distancia entre disciplinas esteticas y ciencia sigue creciendo, y tales polaridades son fútiles y trágicas. La gente del mundo del arte parece descartar a aquellos que están en la ciencia y en la ingeniería como robots enamorados de sus numeros, y por su lado los cientificos parecen ver a los artistas como mariposas demasiadas ocupados en si mismo para encajar en el mundo práctico. No podemos aceptar tales dicotomias en el futuro ni prejuicios o sospechas. La tecnologia nos esta envolviendo a un ritmo exponencial, y nos consumira si no somos capaces de entender que la filosofia y el arte son absolutamente necesarios para la sobrevivencia.
Tengo un colega en el Artico quien esta pasando por una crisis personal, porque odia en lo que su ciencia lo ha convertido: la reduccion de la poesía que poseen las cosas salvajes en numeros, porque los números parecen ser los unicos dialogos que comprenden en Ottawa y Washington. El comprende completamente que la esencia de los lobos y la coreografia de las moscas "Efemeroptera" cortejando, y el Caribu que migra a sus tierras en el mar Beaufart, no se pueden calibrar en meros terminos cientificos. Estas migraciones son como abejas cruzando los montes, llendose al norte de su lugar de invierno en el Sheenjuk y Chandolbar y Porcupire en el país del Yukon, con el terciopelo todavia colgando de las astas. Las manadas moviendose como una ola creciente, su respiracion mezclandose con la brisa, como una bateria militar haciento "tap tap". Las bestias pacientes trabajan firmemente hacia el pasto - algodon sobre el rio Costal al lado del Canning y Sadlerochrt y Jago y es nada menos que el ultimo Americano del Serengeti.
La biología no puede capturar la magia e inmensidad de tales cosas. Nuestra ciencia sola no nos puede sustentar, especialmente en un mundo que nos abruma constantemente con cacofonías tecnológicas. Nuestra salvacion es clara: debemos formar un matrimonio entre la probeta de la ciencia y el alma de la poesía.
Primero fui invitado para esta conferencia para discutir del porqué nos gusta la pesca. Yo argüí que las razones de mi pasión eran demasiado complejas para explicarlas facilmente a traves de la mera especulacion sobre los placeres obvios del deporte de campo. Todavia me pregunto si puedo explorar la profundidad de mi obsesion. Mencioné en mis comentarios preliminares a Roderick Haig Brown y su hermoso libro llamado "El invierno del pescador" que cuenta de viajes a Chile y Argentina a mitad de siglo. Esta lleno de hermosas pasajes, pero mi libro favorito de Haig Brown todavia es "Un rio nunca duerme", una coleccion de ensayos de pesca que termina con estas observacione: "todavia no sé por qué pesco, o por qué pescan otros, excepto que nos gusta, y nos hace sentir y pensar" Pero sí sé que si no fuese por la vida, fuerte y rapida del rio, por el brillo que le confiere el sol, por el grisaceo frio en la lluvia, el sentir de las piedras y el agua alrrededor de mis piernas cuando entro en él, pescaria menos. Un rio nunca duerme, nunca es del todo silencioso, nunca. Por su propia naturaleza nunca puede ser del todo quieto. Siempre es el mismo, pero nunca puede ser el mismo de un dia para el otro. Tiene su propia vida, y su propia belleza y las criaturas que este sostiene también tinen su hermosura. Quizas la pesca es para mi solo una excusa para estar cerca de los rios, y si es asi estoy contento de que me suceda.
Cuando era aún muy joven, quizas solo cuatro o cinco años, tuve una epifanía acerca de la pesca. Mi padre era profesor universitario, y siempre hubo falta de dinero, pero hay privilegio en la vida de la mente, con el recuerdo de largas vacaciones de verano junto a el.
Nací en Chicago, y mis primeras memorias de pesca son de Michigan y Wisconsin. Alquilabamos una casita muy simple en la costa del rio bordeado de Cattails, Spatterdock y victorias, y pescaba ahi pequeños peces (Punkinseeds) que navegaban debajo del muelle. Eran campos con pueblos fantasmas en los años de aserraderos que destriparon a Michigan de sus coniferas hace un siglo, y no queda ningun buen recuerdo de esos, salvo las casas ornamentales.El condado donde comprabamos provisiones, ese verano era famoso por sus arroyos trucheros que lo rodeaban, tambien algo de provisiones de pesca y otro negocio que ofrecia helado casero. Con frecuencia le rogaba a mi madre de ir hacia la ciudad esperando que me comprase un helado doble, el camino a la ciudad era un camino boscoso, no pavimentadoibamos lentamente coleando por la arena, y, cruzando un puente de madera, se veia un pescador solitario en la parte inferior. Pero no era como la pesca en nuestra lagunita, instintivamente entendi que era algo hermoso, y que queria ser parte de él. El pequeño rio era rapido y claro, con cada piedrita visible en la luz de la mañana, brillante y vivo. El silencio estaba lleno de su musica, borradores de cedro colgaban en el pulso de la corriente.
El pescador pacientemente iba subiendo el río, su línea trabajando hacia adelante y hacia atrás, seca la mosca, un ballet con gracia de seda ambar. El río tumbaba rápidamente arrededor de sus waders, y de repente un pique. El pescador afirmó y enganchó un pez. Era obviamente pequeño, y lo trajo con mucha facilidd. Yo estaba bajando del puente y pedí ver el pez. Debo confesar que quizas yo no hubiera sido tan generoso estando nuestros roles invertidos. No le sacó el anzuelo al pez y lo puso en mis manos. Tenia solo 5 ó 6 pulgadas de largo, era un ejemplar silvestre de Salvelinus fontinalis, nuestra pequeña brillantemente moteada trucha de arroyo. Tuve su agil belleza en mis manos, sabia que eran distinto a cualquier otro pez que yo haya visto antes, un poema de trucha de opalos, adularias y rubies.
Y nunca fui feliz pescando otra cosa. Cuando era todavia un adolescente, pasaba mis veranos trabajando para familiares del Oeste, y el dinero que ganaba generalmente lo gastaba pescando antes de volver al colegio en setiembre. Era experiencia valiosa para un chico que pasaba mucho tiempo cerca de ciudades del Este.
Hubo cosechas de trigo, y manejaba un tractor tirando las trilladoras grandes en praderas tan grandes que a veces tardaba toda la mañana cortar alrrededor de ellas. Recuerdo la competicion brava para los vagones de trenes cuando la cosecha era buena, y en años particularmente buenos estuvimos obligados a descargar el trigo en las calles centrales de esos pueblos de trenes hasta que una montaña de grano alcanzaba varias cuadras entre los negocios.
Luego trabaje para familiares de parte de mi madre en Colorado cargando fardos en los pastizales irrigados y limpiando establos, y a veces empacando bloques de sal para el ganado en el verano tardío de Mount Massive.
Debo confesar haber pescado tambien. Hubo truchas silvestres en pequeños lagos en Timberline, y generalmente llevaba una caña de 3 pedazos en un estuche de rifle con reel y una caja de moscas en mi bolsillo. Las truchas en esos lagos altos no eran muy grandes. Los vaqueros quienes trabajaban para mi tio se burlaban incansablemente acerca de pescar truchas tan chicas que parecian carnada. No sabia bien como defenderme de estas risas, y cuando llego el momento de volver al colegio le dije a mi padre lo sucedido y pregunte su opinion. "Bueno, tienen razon" afirmo mi padre. "Esas hermosas cuthroat de montaña no son muy grandes pero tampoco lo son los diamantes".
Estoy empezando a sospechar que ya no pesco por los peces solamente, sino por la gente y los lugares en donde habitan las truchas y salmones. La pesca es solo una metafora encantadora de la vida, y una hermosa escusa para viajar. Mis pensamientos de dos dias de la pesca en Argentina se ocupa menos en los peces, las tecnicas y tacticas que en mezcla rica de imagenes compiladas a traves de la patagonia solitaria.
Años atras, viaje a Islandia, me encontre sentado al lado de una mujer mayor quien vivio casi toda su vida en Estados Unidos. Algunos de ustedes han preguntado como yo pude recordar tantas cosas de su pais, cosas de lo cual hable mas temprano, y pude recordar con tanta emocion e intensidad. Mis memorias persisten demasiado fuerte para olvidar.
Hay paralelos entre el artico sin arboles de Islandia y la soledad de la Patagonia. La vieja a bordo del vuelo Loftleidir hacia Ketbvik vivio mas que toda su familia incluso varios hijos y volvia hacia su casa para pasar sus años espectaculares. Hablo con gran alegria de sus memorias de Islandia, y le pregunte si los paisajes de Islandia eran lindos. Contesto que Islandia era muy hermoso cuando uno aprendia a aceptar su vaciedad. La Patagonia comparte su vaciedad. Pero su explicacion por la intencidad de sus memorias era sorprendente. Era un proverbio viejo de esa isla artica en su idioma antiguo es fjarlaegdin gerir a fjothin y quizas explica la intensidad de mis memorias bajo la cruz del sur. La traduccion del proverbio es poetica: de muy lejos la montaña parece mas azul.
El conjunto de memorias mias de la Patagonia es muy rico. Recuerdo focas marinas en las playas de Tierra del Fuego, y las riquezas en la mansion, Estancia Maria Behety al estilo museo, con el viento atravesando las pampas como hace en el mar. Me contuve de llorar cuando me entere que se habia quemado la gran casa.
Habia bandadas de flamencos en los salitres cerca de Rio Grande, y recuerdo vientos tan fuertes que suspiraban por nuestros hombres,como una tormenta golpeando los desagues del techo. Las truchas marrones migradoras eran maravillosas, pero las memorias mas sorprendentes eran del silvido gravisimo: eran vientos rajando a traves de las guias en nuestras cañas.
Hubo otras experiencias unicas en Tierra del Fuego. Estuve involucrado en el planeamiento maestro en Torres del Paine, poco tiempo despues que la region se integro al P.N. Recuerdo un barco luchando por el estrecho de Magallanes mientras lo observaban de un bar en Punta Arenas, en el viejo hotel en Cabo de Hornos. Conduci por los paisajes vacios a Puerto Natales, sobre el seno frio de la ultima esperanza a pasar otra noche en la estancia Cerro Castillo. La vieja casa evoluciono y ahora es la Hosteria Pinero. La siguiente tarde conduci asi a los pastisales en las llanuras, con las montañas completamente cubiertas en tormentas. El camino era primitivo, y fui ascendiendo hacia los precipicios mas alla del lago Sarmiento cuando de repente las tormentas desaparecieron. Era como la subida de la cortina en el opera en el teatro Colon, Bs. As. La gran pared de Fortaleza de las Torres del Paine literalmente explotaron detras de las nubes, llenando completamente el cielo, y pared en el medio de la ruta.
Hubo guanacos y ñandues en los faldeos del Rio de las Vizcachas, y el campo pulido por el viento del Rio de los Chinos, y hubo condores en numeros increibles. Estuve observando guanacos con mis prismaticos "Leica" una mañana, con el viento suspirando a traves de las estivaciones , cuando me sorprendieron condores. Las aves gigantes bajaron por detras mio, quizas curiosos acerca de un fotografo observando guanacos en el pasto de otoño. Sus sombras inmensas me sorprendieron. Las aves estaban tan cerca que pude ver sus ojos furtivos, y el viento estaba rajando por sus alas, hasta que sonaban como las velas de un mastil rompiendose.
Me instale en la Hosteria Pehue que queda sobre una peninsula pequeña en el medio de un lago glaciar, con las montañas inmensas justo en frente. Sus casitas eran simples pero la cocina era bastante buena, y habia bastante vino (Crusino Macul). El panorama, mas alla de los ventanales grandes del comedor era espectacular. Hubo luna llena , mi ultima noche en Pehue, y durante la cena, el viento ceso hasta que el lago parecia un espejo solemne. Las montañas estaban bañadas en la luz de la luna, con una belleza tan terrible y agresiva que era una tragedia estar solo.
Más temprano ese año, navegue por una entrada con precipicios a los dos lados en Chile, asi a los glaciares de laguna San Rafael. Es literalmente un primo del puerto glaciar en Alaska, por el castellano que hablan. Hubo bandadas gloriosas de picasos migratorios, mezclados con flotillas de hermosos cisnes de cuello negro. El tiempo estaba mezclado y frio. Hubo lluvia con pequeños lapsos de sol. Los caminos de hielo de altura alcanzaban por mas de una milla, entre glaciares pulidos oscuros. La luz sepulcral constantemente cambiaba sobre la gran pared del glaciar, sus batallas sonando y hundiendose en el mar, en erupciones inmensas de agua helada. Pero un rato antes de que era hora de navegar al norte a Puerto Chacabuco, hubo una explocion de luz del sol, revelando cavernas y fisuras en el campo de hielo. Parecian estar a fuego esmetalda, y turquesa. Valio el viaje entero desde N.Y. Mas al norte por la frontera argentina, comparti la pampa con condores y aguilas que seguian sus geometrias en el cielo. No habia rastros de gente por ningun lado. Hubo mayflies eclosionando y hubo cantidades notables de truchas subiendo. Nubes gigantescas llenaban el cielo crepuscular, como galeones con las velas extendidas del todo. Cuando volvimos al puesto llamado Casa Verde, el mal tiempo aclaro, y hubo nieve fresca de abril en las montañas de Estancia Rio de los Cisnes.
Ha habido muchos viajes al campo de Rio Pico, pero la expedicion mas memorable era en busqueda de la tumba en donde estaban los bandidos yankis. El sitio de entierro esta en la colonia alemana llamada "Nueva Allemagna". Sus casas vacias son la mitad de madera con patrones de ladrillo, como las casas en pueblos europeos antiguos. Pocas ventanas y puertas estan intactas hoy dia. Los cuartos vacios estan compartidos entre gallinas semi salvajes y perros y el viejo puestero quien sigue en una casa. El viejo cree que Butch Cassidy y el chico Sundance estan enterrados ahi, pero eso claramente es imposible, porque ellos en 1912 ya no estaban en la region
A traves de un proceso de eliminacion, y las descripciones de la policia argentina sobre los dos hombres, es posible que Joseph Chanceller y Harvey lograran estar juntos cerca de rio Pico. Las descripciones policiales caben su perfil. La tumba esta marcada con una cruz oxidada. Hay un rosal silvestre creciendo en una pirámide de piedras, formado como una llovizna de flores sobre un cajon por el viento incansable.
Parece ser un lugar terriblemente solitario para estar enterrado.
Había grandes bandadas de flamencos en los bañados del Arroyo Pescado, pero hay ecos de forajidos en su soledad también.
La tumba del desafortunado pionero Galés, Lloyd Appiwan, está ubicada cerca de una saliente de lava en la vasta extensión cuenca del río Tecka. Su minúscula lápida está clavada en la terracota con una laja de riolita. El galés había venido a bordo de un buque llamado el Mimosa, junto a otros colonos que deseaban escapar de la tiranía de edictos Británicos que los forzaron a interrumpir la enseñanza del idioma galés a sus niños escolares. El había sido matado por la misma brigada que descansan enterrados en Río Pico.
Más al norte, hay madroñales de colihues a lo largo del Río Tigre y el Río Arrayanes, con grandes cipreses Chilenos y torcidos coihues. De los árboles cuelgan musgos parasitos. Hay ambos, truchas y salmónes encerrados allí, pero además de la pequeña casa ocupada por Butch Cassidy y el Sundance Kid cerca de Cholila, lo que yo recuerdo más es al Chucao. Una de las especies de aves clasificadas especies por Darwin. Darwin escribió sobre estos pájaros minúsculos del bosque en la "Travesía del Beagle", y el naturalista Británico se encantó también con estos emplumado pequeños milagros y sus impetuosas canciones melódicas.
Yo recuerdo la casa pequeña y outbuildings, permaneciendo en unos matorrales de sauces cerca al camino desde Cholila a Bolson. Hay fotografías de esta casa, con Butch Cassidy y el Sundance KId sentado en sillas de capitan de la fábrica Hitchcock en Connecticut. Etta Place permanece entre ellos, vistiendo un delantal blanco y vertiendo una civilizada taza de té. Estos tres dramáticos persionajes , están vestidos con sus mejores ropas. Las sombras han sido meticulosamente verificadas para el ángulo de sol y azimuth, y sugieren que la fotografía se tomó a aproximadamente mediados de Abril Hay un bonito setter inglés a los pies de ella.
El rancho de Cholila en la fotografía es obviamente nuevo, su techo hecho con tejuelas partidas de ciprés Chileno. Cassidy había pasado el invierno solo en Patagonia, completando la casa y su outbuildings con la ayuda de sus vecinos, como él escribió en una carta a amigos en Utah en 11902. La carta desde Cholila sobrevive hoy en el los archivos históricos de Utah en Salt Lake. Etta Place y el Sundance KId habían venido a la Argentina el año anterior, buscando comprar una estancia sobre la frontera Andina, y se reunieron con Cassidy en Cholila en el otoño de 1993. El té - party es una celebración, quizás por reunión en Argentina, o puede haber sido un cumpleaños. Cassidy nació en Utah sur en Abril 13, 1866.
Hay otra fotografía que Aarón de Anchorena publicó en 1902, y se tomó cerca de la boca del Boca Limay. Los personajes incluyen un gaucho sosteniendo su caballo; el pionero y estanciero Enrique O"NEILL y su esposa, quien sostiene un niño pequeño; un jinete bien vestido que porta una pistola; el pionero norteamericano colonizador de Tejas llamado Jarret Jones; y otro jinete bien vestido que viste breeches y botas Inglesas. Hay también una mujer guapa que viste un sombrero pequeño, y una falda partida larga, y el mismo setter inglés a su rodilla izquierda. Yo tengo también fotografías, tomada en la casa de Cholila, y las sombras nos cuentan se hizo también en Abril. Hay seis norteamericanos forajidos y tres mujeres en este cuadro. Es una sorprendente fotografía. Nada en nuestros libros de historia nos cuenta que había nueve de estos prófugos en Chubut. Ambos Cassidy y Sundance son inequívocos. La mujer que sostiene un elegante caballo viste las mismas ropas de equitación y sombrero encontradas en la fotografía de Anchorena, con el mismo setter inglés en su rodilla izquierda Uno de estops alegres pistoleros, está usando un traje de ciudad, al contrario que sus colegas armados, quienes están vestidos para la vida en la frontera. El parece o perdido o recién llegado a Cholila. Yo creo que este visitante bien vestido es Ellsworth Lay, quien conocía a Cassidy y Sundances Kid desde sus tempranos años de vaqueros, en Hole Browm al NW de Colorado.
Quizás se trata de otra fiesta ligada al cumpleaños de Cassidy, y desde que Lay fue perdonado, de la penitenciaría de New Mexico en el invierno de 1906, su liberación es clave para precisar el año en que fue tomada la fotografía Yo creo que Lay había venido a reclamar su parte del dinero del robo del tren Folsom, por el cual lo capturaron. Creo que Lay buscaba una compensación de la pérdida de su parte del botín, con lo que sus compañeros robaron en los bancos de Río Gallegos y en Villa Mercedes San Luis en 1905. Las piezas del viejo rompecabezas se están armando.
Estos fugitivos eran visitantes frecuentes de El Bolsón, donde otro texano, llamado Martín Sheffield, vivió muchos años. Yo creo que ambos, Sheffield y Jones se conocieron a colegas de texas, como Ben Killpatrick y Will Carver, del condado cercano a San Angelo. Yo recuerdo viajar a través de Bolsón en 1964 donde el polvoriento camino estaba alineado con rosas silvestres. Miles y miles de rosas escarlata colgaban y recuerdo el túnel oscuro formado por los sauces mimbres.
Algunas veces yo recuerdo mejor ahora estas cosas que la pesca. Cosas como la antigua locomotora a carbon en las vias de Ñorquinco, donde Sheffield paso un tiempo considerable ahi y una vez hizo una prospección de oro en el arroyo. El arroyo Shefield y su cabaña aun existen ahi entre El Bolson y la Estancia Leleque.
Obviamente tambien hubo pesca, una vez capture una trucha marrón grande del rio en en el flujo esmeralda de la boca Mascardi. El agua con su fuerte corriente se veia oscura por la vegetacion. Habia una arco iris grande en donde pase tiempo en la hosteria sobre el lago. Encontramos la laguna de Las Moscas, alli capturamos varias truchas. Recuerdo la cascada de Los Alerces completamente oculta en la neblina con tan solo el ruido del torrente que la delataba y fantasmes de niebla colgando de los árboles gigantes.
Todavía me conmuevo profundamente cuando los vuelos llegan a Bariloche y veo los picos en el Cerro Catedral, y los campos de hielo en el Tronador al limite con Chile.
Crucé el Lago de Todos los Santos desde Chile, y tuve excelente pesca ahi. Pescamos grandes percas en una laguna y perseguimos los galaxias desovando en la primavera, y el chef en Pelluco luego las cocino perfectamente.
Comimos Nalcas frescas, paramos por el almuerzo por el Petrohue en un arbolito de pelu y notros, años atras tenia un puente con vista de campos de nieve de Osorno arriba de nuestros botes.
Es un rico collage de ecos los que recuerdo. Las primeras memorias son de la balsa en Paso del Limay, en donde pase una noche sobre la balsa piernas colgando. Habia una garza inmensa pasando al amanecer una silueta de su cuello doblado en forma de U. y sus delicadas patas chapoteando graciosamente por detrás. Hubo ñandues en las mesetas esa mañana y vi mi primer condor en las cimas de Confluencia. Capture una trucha marron muy grande en mi segundo viaje del pequeño Quilquihue cerca de San Martin de los Andes en la ultima pileta antes de la desembocadura en el Chimehuin. Era un pez fuerte viniendo de un pedazo de agua incierto, seguramente un viajante de abril desde mas abajo en el Cerro de los Pinos, y cuando le conte a Guy Dawson acerca del pez, sonrio
Algunas veces el pequeño Quilquihue tiene sorpresas, dijo. La flecha grande de Cerro de los Pinos emergio arriba de mi campamento, y recuerdo haber pescado otro gran pez debajo de unas formaciones de lava en el puente negro. Hay troncos petrificados sepultados en la lava quebradiza en la Pileta Marquesa, ecos resonantes de bosques destruidos por la erupcion del volcan.
Disfrutamos picnics maravillosos y siestas al mediodia debajo de las colinas del rio sobre el Puhcammer, y recuerdo la primera vez que pesque en los canales laberinticos del Collon Cura. En ese entonces no habia rutas por el Collon Cura. Tal soledad con precipicios blancos en la distancia me recuerdan al Nilo.
Todavía hay truchas inmensas en las enormes piletas debajo de los precipicios en donde golondrinas se juntan para comer los mayflies copulando.
He visto ríos hermosos por todo el mundo, pero nunca un hilo de agua mas hermoso sobre el cual el campamento recuesta en el Traful, con las corrientes saliendo por la pared de la montaña debajo de los precipicios. Hay una inmensa piedra al tope del campamento en donde el rio refleja los inmensos cipreses y coihues debajo de los frontones rioliticos. Hay una piedra del tamaño de un piano sumergido, debajo de unos arboles hay un lugar que casi siempre provee proteccion para salmones, hay plantas acuaticas entre piedras con color pastel. Hay grandes piletas tambien como las corrientes confluentes en cipresses, y la gran costa de piedras y rocas en las ranuras en Nellie Blood. Todavia es parte del valle encantado con sus dolomitas cerrados y el recado chileno donde el rio rebalsa pasando Piedra Colorada, Malcriados, Herradura, Federico, Los Rapidos, Tranquera, Piscicultura, Crotto y el pool of plenty. No hay nada parecido en el mundo, sus hermosas piletas estan en mi sangre, y sueño acerca del rio de los inexplicables espiritus.. Pero aun sigue la pregunta: Porque pesco? Creo que porque hay un espectro rico de cosas en el deporte incluyendo las cosas obvias como el placer y lo excitante, pero tambien creo que nos devuelve los ritmos primordiales. Nos hace pensar y sentir. No puedo encontrar razon mejor, y se que si no fuese por la soledad y la belleza no pescaria tanto.
La soledad es quizas mas importante de lo que nos imaginamos, especialmente para mis compatriotas de U.S. en donde la soledad esta desapareciendo.
El tráfico de botes sobre el Big Hole, Madison y Big Horn se esta tornando opresivo, no tanto como Av. del Libertador en Bs. As. en hora pico entre los insultos y gritos pero tales circunstancias se acercan. Discuciones surgen en los puertos de Montana. Hay suficientes peces, pero demasiada gente y la privacidad se ha perdido. Es imposible describir la importancia de la soledad para un pescador europeo o de U.S. Es algo que ya no tenemos. Hasta en lo vacio de Alaska es dificil encontrar soledad aun en los mejores lugares de pesca. No estan libres de los motores de hidroaviones ni siquiera en las mejores semanas de pesca. He visto tantos aviones en Ugashik, el Talorik inferior y togiak que parecia que estaban vendiendo Cessnas, y valoro tales lugares como la Pampa de Alicura en donde hay poco rastro del hombre.
Nuestra gente no vendra a pescar a lugares amontonados. Algunos pescadores felizmente pescarian en aguas tratadas por plantas depuradoras para agarrar truchas de 10 kilos en Bariloche, yo no estoy entre ellos. Pescadores mas serios no viajarian para hacer trolling a pesar de la belleza de sus lagos.
Están las pampas vacias al este de Bariloche, con protuberancias raras en la distancia, en donde todavia se puede respirar. Esta la solitaria cuenca en Arroyo Pescado, de donde surgen vertientes frias de un mar anciano Pleistoceno y las montañas sobre el horizonte. Recuerdo una Semana Santa en el Collon Cura en 1964 cuando hice una flotada desde la Balsa Chimehuin al sitio del puente en Alicura con Jesus Fanjul y Sascha Turbaroff, sin ver otro pescador. Era la epoca feliz hace cuatro años, pescando en la Estancia Maria Behety en Tierra del Fuego, cuando Laddie Bucharan y yo pescamos desde el unico arbol debajo de la vieja mansion hasta las obras hidraulicas cerca de Rio Grande sin ver nada mas que abejas en su vastedad.
La pesca era maravillosa, con enormes plateadas que atacaban nuestras colas de tamaño tarpan, pero todavia prefiero el caracter de Tierra del Fuego.Recuerdo la vastedad en Torres de Paine antes que fuese un Parque Nacional rodeando por un escarmiento de montañas y me enamore de la region formada por vientos arriba de Rio de las Chinas.
Es raro, todos los peces de todas las temporadas que se olvidan, cuando pienso de las araucarias debajo del Lanin en Manuil Malal, y nada queda en la memoria, salvo el volcan. Hace su propio espectro de tiempo cuando llega el otoño a los precipicios y a las araucarias. Algunas veces lleva puesto el famoso sombrero de cristales de hielo en buen tiempo, pero tiempo tan agradable es raro en una region donde arboles grandes estan retorcidos y doblados por el viento. Hay tormentas que se mezclan con lluvias negras y lechosas nieves, con la piramide, el volcan ocultado, observando furtivamente al coro del remolino del tiempo de Abril. Los crepusculos eran memorables en las pampas sin cercos de la Estancia Jaramillo. Luego en las calles de Tecka soplando el viento, con el sol de tarde calentando en el pastisal alto, y un unico camino de carretilla cruzando su amplia cuenca. Yo me quede quieto en el silencio, magicamente transportado hacia atras. A nuestra frontera, posiblemente a las praderas grandes de Wyoning cerca de el paso sur, cuando la unica cicatriz en toda esa inmensidad de tierra y cielo era el camino de Oregon.
Tendremos que pensar en la belleza en si, algunas veces se le disminuye la belleza cuando se mide y pesa un pez, reduciendo la casita de pintura de su agil poesia a meros numeros. Sus ricas metaforas se mantienen alusivas y todo a cerca de la pesca de truchas es hermoso.
Las truchas no se encuentran en ambientes feos, en lugares densamente saturados con nuestras huellas y envenenados con desperdicios. Los lagos y rios que las sostienen son hermosas. Nuestros metodos de capturarlas tambien son hermosos, con la linea trabajando con tal gracia y el equipamiento que usamos es hermoso. Viejas cañas hechas de Lemenwood y greenheart y cane share algo de la belleza de un estuche de escopeta inglesa, algo de un equilibrio entre utilidad y la poesia en violin. Las moscas que vestimos de plumas, cuero y hierro son hermosas. La pesca con mosca en si es vieja y honorable, y su herencia esta literalmente atada por raices del mundo medieval, cuando la mera recoleccion de comida finalmente evoluciono una etica en el deporte.
Compartimos una literatura de deporte mas de 5 siglos de antiguedad, una literatura sin igual, en volumen o su felicidad. Sus origenes se descubren con el filosofo Romero Aelianus en el siglo IX , y en el libro de Saint Albans de Inglaterra en el siglo XV. Izaak Walter publico su escritura Campleat Angler en 1653. Tales libros son tesoros exquisitos de ambos, exposicion y arte, lleno de rios brillantes corriendo hacia el mar, la coreografia de aves volando hacia las eclosiones de moscas, y la poesia de los peces mismos.
En la búsqueda de cosas preciadas, quizas todavia podamos aprender que la soledad y la belleza son las mas vulnerables de todas.