Preservación de la trucha en la Provincia de Córdoba

Por E. Romano y F. Beltrán.

(Eduardo Romano y Fernando Beltrán son miembros cofundadores de la Asociación de Pescadores Conservacionistas "Grupo de Los Espinillos" de Córdoba y del Programa de Conservación Ambiental del mismo nombre; ambos son Guardafaunas y pescadores de mosca)

     Buenas tardes, en primer lugar quiero agradecer a los organizadores de este evento por habernos incluído en el temario. Lo que nosotros expresaremos es distinto a lo planteado en este Congreso porque las condiciones naturales y la situación de la pesca deportiva de salmónidos en Córdoba no es la misma a la de esta zona, y también es válido que Uds. vean esas diferencias.

     Las condiciones naturales en la provincia de Córdoba son muy distintas a las del sur patagónico. Los ríos son muy pequeños y, en general, están desprovistos de una cubierta vegetal. Sólo existen condiciones aptas para la vida de los salmónidos en los tramos superiores de los ríos. La región Oeste y Norte de Córdoba es un área semiárida y por lo tanto las condiciones son más desfavorables, la alimentación de los salmónidos es la mínima indispensable. Por otro lado se plantean dos grandes problemas para las truchas en el verano, los grandes aluviones y las altas temperaturas de hasta 28 ºC en superficie. Los ámbitos son muy pequeños y, por lo tanto muy vulnerables para el furtivismo, o sea la pesca ilegal. Además, la pesca deportiva con cuchara o con mosca se ve difilcultada y exige una capacitación distinta del pescador, si se lo compara al de la región Patagónica.

     Otra condición diferente y tal vez la más importante si se compara con la Patagonia es con respecto a la historia de la trucha en Córdoba, que es privada, absolutamente privada. En Córdoba la trucha no tiene valor turístico y le interesa sólo a los pescadores como deporte, si hay truchas o no no afecta a la economía salvo alguna gente que pesca algo para vender en los restaurantes. Desde su implantación, es decir, las primeras siembras y su mantenimiento, han estado exclusivamente a mano de los privados. En Córdoba hubo una siembra en manos del Estado muy chica en 1904, pero no se supo luego qué ocurrió, no hay ningún registro posterior hasta la década del '40 cuando se hicieron siembras masivas. Se puede decir que la trucha está en la provincia de Córdoba a partir de los años '40- '50. El gobierno no ha participado salvo esporádicamente, por ejemplo en la impresión de algún folleto o en admitir algún tipo de reglamentación de la pesca, nada más. Comparando con la Patagonia, vemos que aquí hay gente que trabaja en el tema truchas en la Universidad y biólogos que trabajan en el tema desde los Departamentos de Pesca Estatales. En Córdoba no hay biólogos ni del Estado ni de la Universidad, que estudien las truchas.

     Notamos dos grandes diferencias con la pesca en la Patagonia, con respecto a la participación de la gente en el recurso, en Córdoba las poblaciones de truchas se conservan gracias a la actividad de los clubes, es muy común que la gente se asocie para poder participar en el mantenimiento del recurso. En la ciudad de Córdoba existen tres clubes de pesca con mosca. En la provincia de Córdoba existen aproximadamente 12 instituciones dedicadas a la pesca deportiva. Nos parece rarísimo que en Bariloche, Junín de los Andes o San Martín de los Andes no hay clubes de pesca con mosca, aquí la participación es diferente.

     También existen diferencias en la forma de pescar. En la provincia de Córdoba las condiciones naturales de pesca no son las óptimas, sin embargo, en los años '60, a partir de los primeros 20 años que se sembraron las primeras truchas hubieron excelentes poblaciones deportivas de truchas según información de los pobladores, se pescaban peces entre 1 - 1,5 kgrs como peso promedio y pesos máximos de hasta 3 y 6 kgrs en casos excepcionales. Con el paso del tiempo, a pesar de las siembras de truchas realizadas por el Córdoba Trucha Club y el Círculo de Pescadores con Mosca, que desde hace 28 años trabajan en difundir la pesca deportiva en la provincia, la pesca ha disminuido. Las poblaciones de truchas han decaído al punto tal que en los últimos años se pescan truchas de 20 - 30 cm, en los lugares más o menos accesibles. Las truchas de mayor porte (50 - 60 cm), se encuentran en lugares casi inaccesibles.

     Siempre se dieron razones de por qué decaían las poblaciones, se dijo que no había buenas condiciones para la reproducción natural, que el alimento no era el suficiente, se propuso exterminar al biguá mediante una campaña regalando cartuchos, alegando que era un fuerte predador de las truchas. También se culparon a los aluviones y a las altas temperaturas. Como no hubo apoyo del gobierno, no se hicieron estudios, todas estas conclusiones eran empíricas, tal vez de algunos pescadores que alzaban más la voz. Sin embargo, el tiempo demostró cuáles eran las verdaderas razones. Se vio que a pesar de los grandes aluviones las poblaciones de truchas sobrevivían, que el alimento alcanzaba, que había repoblamiento natural y que, en definitiva, el problema estaba en el hombre. La población pescadora aumentó notablemente en los últimos años. En casi todos los ríos de Córdoba se han establecido ciclos trianuales, esto significa que al abrir la temporada hay truchas de 35 cm, pero al final del período de pesca ya no quedan truchas grandes, sólo los tamaños mínimos que permiten a los peces reproducirse y luego de dos años aparecen nuevamente con tallas grandes. Todos los pescadores van a esos lugares con truchas y prácticamente exterminan lo que hay y luego de a poco se vuelve a recuperar.

     Ahora Fernando les explicará las acciones que hemos desarrollado.

     Buenas tardes. Desde hace tres o cuatro años se formó un grupo de entusiastas para cuidar un río, con el fin de revertir esta situación de decaimiento de las poblaciones de truchas con la elaboración de un plan. Se trabajó en la reglamentación porque sabíamos que el factor humano era el problema. La propuesta fue la de cuidar un tramo de río y poder demostrar que esta situación de decaimiento de la pesca se puede revertir. Por ejemplo nuestra reglamentación, a diferencia de la de la Patagonia, que permite dos truchas por día por pescador, hace 5 - 6 años atrás permitía pescar 16 truchas, luego se redujo a 10 y actualmente a 4 truchas mayores de 28 cm. Hay que tener en cuenta que nuestros ambientes son mucho más vulnerables que los de Uds.: pequeños y menos numerosos que los patagónicos y, por lo tanto, la presión pesquera puede resultar mucho mayor para las poblaciones de truchas. Sin embargo tenemos un problema cultural, muchos de nuestros pescadores son pescadores de pejerrey, extractivos, que están acostumbrados a que la presión pesquera no afecte mayormente a esta especie, que es tan abundante y apta para la región. Pero con la trucha no ocurre lo mismo.

     En este proyecto se trabajó sobre un tramo de 8 km. del río Los Espinillos. Se le propuso al Gobierno trabajar en la protección y manejo del mismo, mediante una reglamentación adecuada, un estricto control y estudios biológicos paralelos. Para ello se construyó una cabaña sobre el río donde vive un guardafauna. Su salario es afrontado por el grupo de 17 personas que financian totalmente y participan en este proyecto. Sólo está permitida la captura con devolución obligatoria y durante la temporada pasada se realizó el patrullaje dos veces por día y durante los fines de semana, con la colaboración de 8 de los integrantes del grupo en los controles, que actuamos como guardafaunas.

     Los primeros resultados demuestran una mejora notable en la calidad de la pesca, un aumento en la afluencia de los pescadores deportivos (1000 personas por temporada) y una disminución del furtivismo en un 90%. Actualmente en el río Los Espinillos ha mejorado la calidad de la pesca, disminuyó el furtivismo y aumentó la afluencia de pescadores deportivos. Finalmente se consigue que los pescadores que ingresan sean respetuosos de los reglamentos y del ambiente.

Se ha llegado a la conclusión de que la prevención es mucho mejor que la represión. Porque esta última es un parche porque la trucha ya está muerta. Es mucho más efectivo evitar que un furtivo mate una trucha que quitarle una bolsa de pescados cuando se la está llevando a su casa.

     -A pesar de que el control es antipático y no trae ni dividendos ni rédito, es necesario pues en la provincia de Córdoba se había tocado fondo. Nuestra función fue la de prevención más que la represión. Nosotros trabajamos en la prevención, de hecho se elaboró sólo un acta de infracción, pero nadie ha salido con truchas del arroyo Los Espinillos, las pocas que han sido extraídas se han destinado a estudio- (Eduardo Romano).

     El tema del control se basa básicamente en la cartelería y los guardapescas. Se han colocado muchos carteles para que la gente no esgrima la conocida excusa del desconocimiento para justificar su accionar ilegal.

     Hemos logrado los dos objetivos propuestos, por un lado impedir la pesca ilegal y estudiar la reacción del ambiente sin la extracción de peces. Por otro lado hacer estudios más profundos del ambiente. Javier Urbanski y Ambrosio Espinós, técnicos del CEAN (Centro de Ecología Aplicada del Neuquén) realizaron estudios durante una estadía de una semana en el lugar y su ayuda fue invalorable y un punto de partida entre las dos instituciones.

     Por su parte, un par de biólogas de la Universidad Nacional de Córdoba han hecho sus tesis de la Facultad de Biología en relación al estudio de la microfauna del bentos del arroyo Los Espinillos. Todos estos trabajos han resultado de una ayuda invalorable y nos sirven de base de sustentación para conocer el arroyo y las interrelaciones que allí ocurren.

     A continuación, les mostraremos una película en donde Uds. podrán comprender nuestra filosofía de trabajo. Al final hará una reflexión como cierre de la charla.

     De acuerdo a lo que dijo el Sr. Vinelli, si la respuesta no viene del estado, la tenemos que dar nosotros y tenemos que ofrecer un paquete completo. Hay historia y resultados y no nos tenemos que quedar con las historias únicamente sino trabajar con los resultados y queremos que este ejemplo sirva para ello. Si queda un río en Córdoba con truchas de un metro pero no podemos lograr que esto se expanda a otros ríos, y tener muchos lugares donde pescar, habremos fracasado. Nuestro objetivo es demostrar, a través de nuestro trabajo, una de las maneras de instrumentar un manejo efectivo en todos los ríos trucheros de Córdoba y pensamos que también esto puede servirles a modo de ejemplo para instrumentarlo en algunos ambientes patagónicos. Muchas gracias.